En Arganzuela nace una nueva ciudad
- Una inversión de 175,1 millones ha permitido mejorar el trazado a lo largo de 4,9 kilómetros
- La actuación incluye un túnel de 2.706 metros, 929 metros de ramales subterráneos de entrada y salida, y 1.321 metros de rampas y actuaciones en superficie
- Distribuye el tráfico hacia el interior y el exterior mediante ramales que conectan con Legazpi, Santa María de la Cabeza, carretera de Toledo, Pirámides, Marqués de Vadillo y el bypass Sur
- El túnel saca de la superficie 110.000 vehículos diarios, elimina la contaminación acústica y reduce la atmosférica mediante unos sistemas de filtrado que retienen el 80% de las partículas
- Se ha consolidado la estructura del Puente de Toledo, que estaba muy deteriorada, con 51 toneladas de cemento en 244 inyecciones
- El alcalde agradece la comprensión de los vecinos, que han participado activamente a través de dos oficinas que han atendido 3.416 visitas
- Se va a recuperar el ámbito que forman los 148.300 metros cuadrados del Matadero y los 31.533 metros cuadrados del ámbito del antiguo Mercado de Frutas y Verduras
Imágenes de la inauguración de la calzada interior de la M-30, desde el Nudo Sur hasta el estadio Vicente Calderón. El alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, ha estado visitando el nuevo túnel acompañado de varios concejales de su equipo de Gobierno. El subterráneo ha entrado en funcionamiento esta misma mañana.
Con la apertura de la calzada interior de Calle 30, entre el Nudo Sur y el Vicente Calderón, nace una nueva ciudad, equilibrada y sostenible. Es una obra que debe ser valorada no solo como la continuación del tramo puesto en marcha el pasado enero (entre el Puente de San Isidro y Marqués de Monistrol), sino como una importante mejora. El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ha expresado hoy su satisfacción por la apertura del subterráneo, que marca un antes y un después en la movilidad, calidad ambiental y patrimonio histórico del distrito de Arganzuela y de toda la ciudad.
Atestiguan los beneficios de estos trabajos, apuntó Ruiz-Gallardón, los 2.340 vecinos cuyas ventanas dan al tramo soterrado, o los 148.000 vecinos de Arganzuela. A pesar de tener muy cerca el río, no podían disfrutar de él ni de las relevantes piezas del patrimonio histórico como el puente de Toledo y edificios notables como el Matadero o el Mercado de Frutas y Verduras porque una barrera se lo impedía: la de la M-30.
Pormenores
Esta fase de las obras de Calle 30 culmina la eliminación en superficie de la vieja vía a lo largo de más de seis kilómetros de la zona Suroeste. Es aquí donde hoy se sienten los positivos efectos para la movilidad, el medio ambiente y la integración urbana del doble proceso de reforma emprendido por el Ayuntamiento. Por un lado, la conversión de la M-30 en un distribuidor eficaz del tráfico y por otro, la recuperación del centro urbano como zona viva. Para Ruiz-Gallardón, se trata de una actuación que “devuelve la ciudad a sus legítimos propietarios, los madrileños”.
Una inversión de 175,1 millones de euros ha permitido mejorar el trazado a lo largo de 4,9 kilómetros, incluyendo un túnel de 2.706 metros, 929 metros de ramales subterráneos de entrada y salida y 1.321 metros de rampas y actuaciones en superficie. La compleja actuación municipal cruza sobre las Líneas 3, 5 y 6 de Metro y pasa bajo el Puente de Toledo.
Un antes y un después
El alcalde subrayó el “enorme esfuerzo” realizado para marcar un antes y un después en la calidad de vida del distrito desde tres puntos de vista: movilidad, calidad ambiental y aprovechamiento del patrimonio histórico y nuevos espacios.
Por lo que se refiere a la movilidad, el nuevo tramo se convierte en una pieza clave, ya que canaliza el tráfico procedente de la M-30 y la M-40 y actúa como un distribuidor hacia el interior y el exterior de la ciudad mediante ramales que conectan con Legazpi, Santa María de la Cabeza, carretera de Toledo, Pirámides, Marqués de Vadillo y el bypass Sur.
Ruiz-Gallardón informó que, de esta manera, se mejoran las comunicaciones entre Arganzuela –en la margen izquierda–, y Usera y Carabanchel, donde residen 530.000 vecinos.
Hoy entran en servicio todas las conexiones salvo la incorporación desde el bypass Sur y la entrada por Marqués de Vadillo, que empezará a funcionar junto a la calzada exterior. Ahora, detalló, queda abierto el “tronco central”, con tres carriles que se incrementan en función de las incorporaciones, y que serán cinco en la salida antes del Vicente Calderón cuando abra el bypass. Éste es un tramo que, al contar con carriles específicos de incorporación y salida, aumenta la seguridad vial.
Precisamente, al servicio de la seguridad se despliegan también los recursos supervisados desde el Centro de Control de Túneles de Calle 30: 84 cámaras, 7 estaciones de toma de datos, 55 paneles informativos y 20 salidas de emergencia.
Desde el punto de vista ambiental, enumeró el alcalde, el túnel saca de la superficie 110.000 vehículos diarios, elimina la contaminación acústica y reduce la atmosférica mediante unos sistemas de filtrado que retienen el 80% de las partículas, además de los gases que antes se vertían directamente al aire. La desaparición de esos vehículos, además, libera 112.000 metros cuadrados de espacios antes sellados por el asfalto, que se van a convertir en zonas verdes y estanciales en el marco del proyecto Madrid Río, “creando un gran pulmón verde de casi 275.000 metros cuadrados que cambiará radicalmente el paisaje”.
El Ayuntamiento, además, ha multiplicado por diez la capacidad de los colectores de margen y ha construido estanques de tormenta a lo largo del cauce para asegurar, con estaciones como la recién estrenada de La China, una reducción de los vertidos al río, que en ese caso es del 35%.
El patrimonio histórico también se beneficia con el túnel, según el alcalde, ya que se ha consolidado la estructura del Puente de Toledo, un símbolo de Madrid que estaba muy deteriorado. La rehabilitación se ha materializado con 51 toneladas de cemento en 244 inyecciones, lo que pone fin a los riesgos y al grave desgaste que causaba el tráfico a este monumento. Por otro lado, apuntó, se va a recuperar el ámbito que forman los 148.300 metros cuadrados del Matadero de 1925 para convertirlos en la prolongación cultural del eje Recoletos-Prado, así como los 31.533 metros cuadrados del ámbito del antiguo Mercado de Frutas y Verduras (1935), donde el Ayuntamiento ubicará equipamientos públicos y una construcción singular.
"Asistimos aquí”, concluyó, “al nacimiento de una nueva ciudad, equilibrada y sostenible, con 275.000 metros cuadrados de zonas verdes y 180.000 de actividades culturales y equipamientos (la superficie liberada de viario para zonas verdes y espacios públicos es de 112.000 metros cuadrados que, sumados a los ya existentes, suman 275.000 metros cuadrados). Lo hacemos gracias a la comprensión de los vecinos durante las obras, quienes han participado activamente a través de dos oficinas que han atendido 3.416 visitas. Ahora, su paciencia se ve recompensada con un barrio mejor para ellos y sus hijos. Que su disfrute no se convierta en una rutina, y que no olvidemos que se debe a su esfuerzo”./