Instrucciones de limpieza y lubricación de su bicicleta

  • Limpieza

Considerando las condiciones de uso adversas a que se suelen someterse a veces las bicicletas (polvo, barro, agua, arena...), sobre todo si hablamos de bicicletas de montaña, es conveniente que se acostumbre a limpiarla con frecuencia. De esta manera prolongará la vida de la misma y su comportamiento durante la utilización será más preciso y placentero.

La mejor manera de limpiar la bicicleta es utilizando una esponja mojada en agua jabonosa. Posteriormente aclarar de la misma manera utilizando agua tibia.

Se desaconsejan los aparatos de limpieza a alta presión ya que podría entrar agua en el interior de algunos mecanismos eliminado su lubricación. Tampoco es aconsejable la utilización de disolventes o detergentes demasiado alcalinos, siendo preferible la utilización de detergentes suaves.

  • Lubricación

Es la operación inmediatamente posterior a la limpieza. Se lubricarán con aceite fluido la cadena de transmisión, cambio, desviador, ejes de freno, mandos y cables de freno. Con grasa se lubricarán la tija del sillín y la caña de la tija del manillar.

Es imprescindible comprobar después de cada proceso de lubricación que la banda de frenado de la llanta no se haya engrasada. Si lo estuviera frótela con un trapo empapado el alcohol hasta que desaparezca totalmente la grasa.

Utilice siempre aceite y grasa de buena calidad.

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