Carrete auxiliar portamangajes
En 1886 se organiza por primera vez un servicio de carretes auxiliares para llevar mangajes (así se denominan las mangueras en el argot profesional) de 100 metros.
Se crearon diez puestos de guardia en el término municipal que contaban con cocina y dos habitaciones para tres individuos (dos bomberos y un conductor), relevándose todo el personal cada 24 horas.
Tenían la obligación de conducirlo al incendio para enchufar el mangaje en la boca de riego más próxima.
A pesar de que, desde 1913 habían sido oficialmente retirados tras la compra de los vehículos a motor por el Ayuntamiento, este tipo de carretes se siguieron utilizando en retenes hasta los años 30 del siglo XX.