Exterior

De las dos ermitas, la más próxima a la glorieta de San Vicente es la original del siglo XVIII. El edificio, de pequeñas y elegantes proporciones, fue diseñado en el gusto neoclásico por Felipe Fontana (1744-1800), arquitecto italiano al servicio del rey. Se compone de un solo cuerpo,  dependencias auxiliares laterales y una gran cúpula central con linterna. Este clasicismo está presente también en la fachada, adornada con pilastras resaltadas y un gran frontón triangular.

La réplica moderna fue construida por Juan Moya en 1928, y es donde tienen lugar hoy los servicios parroquiales.

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