El túnel urbano más largo de Europa - Ayuntamiento de Madrid
Con sus 7,5 kilómetros constituye la solución a la zona con mayores problemas de movilidad de Madrid, el arco Sur de la M-30

El túnel urbano más largo de Europa

Nota de prensa 23/03/2007
  • Con la presencia del alcalde, hoy han entrado en servicio el túnel Norte del bypass Sur de la M-30, su prolongación hasta el Calderón y el acceso desde la A-3
  • Con una intensidad media diaria de 260.000 vehículos, la hora punta en el arco Sur prologaba las retenciones durante la tercera parte de la jornada
  • El túnel, concluido antes de tiempo gracias a la mayor tuneladora del mundo, Dulcinea, representa un atajo urbano de 1,5 kilómetros
  • Los 80.000 conductores que lo van a utilizar pasarán de emplear treinta minutos en hora punta a sólo cuatro
  • La reducción del tráfico en superficie, la eliminación de trenzados, las tecnologías de vanguardia –229 cámaras, 412 altavoces, 229 bocas de incendio, 7 salidas de emergencia...– reducirán la siniestralidad, evitando sólo éste año más de 120 accidentes

Galería de imágenes

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, durante la apertura del túnel Norte del bypass Sur de la M-30, el subterráneo urbano más largo de Europa

El túnel tiene tres carriles que arrancan en la M-30 a la altura de la avenida del Mediterráneo y terminan poco antes del paseo de Santa María de la Cabeza. Son 4,2 kilómetros a los que hay que sumar los 2,1 kilómetros de la prolongación hasta el Estadio Vicente Calderón, y el acceso subterráneo desde la A-3 con una longitud de 1,2 kilómetros. Estas dos últimas infraestructuras han entrado también hoy en servicio al igual que las salidas hacia la M-30 en superficie para conectar con la avenida de la Ciudad de Barcelona, y la conexión con Pirámides, en el tramo del río con el que enlaza el bypass.

La complejidad técnica de la obra, su envergadura y longitud como  recordó Ruiz-Gallardón provocaron el escepticismo de muchos “mientras otros nos esforzábamos para sacarla adelante”. Antes del mediodía de hoy se ha convertido en “una fecunda realidad al servicio de los madrileños”, que ha requerido una inversión de 756,3 millones de euros del erario municipal.

Punto negro
Ruiz-Gallardón ha dibujado el panorama de movilidad que justificaba el diseño de esta gran infraestructura. El arco Sur ha sido una auténtico punto negro en todos los aspectos: movilidad, seguridad, medio ambiente... y sus efectos negativos se hacían sentir también en el Norte y Oeste. “Durante décadas –constató– esta zona ha presentado los mayores problemas de movilidad de todo Madrid, generando no sólo fuertes retenciones sino también una gran contaminación acústica y atmosférica”.

Con esos datos en la mano, no bastaba con remodelar este tramo en superficie. “Había que diseñar –explicó– un trazado subterráneo alternativo incluso a la propia M-30 reformada”.

La solución ha venido de la mano de dos túneles gemelos, el primero de los cuales, el Norte, se ha concluido  antes de lo previsto gracias en parte a Dulcinea, la mayor tuneladora del mundo, diseñada especialmente para este proyecto y manejada por 120 operarios. “La alternativa subterránea que ofrecemos –detallaba el alcalde– desdoblará el tráfico, de modo que el túnel absorberá gran parte del de medio y largo recorrido, y supondrá una mejor accesibilidad para los 650.000 vecinos de Retiro, Arganzuela, Puente de Vallecas y Usera, que eran quienes padecían las retenciones”.

Atajo de kilómetro y medio
Otra de las ventajes que entraña el túnel es el ahorro de tiempo, ya que constituye un gran atajo urbano que ahorra a los conductores 1,5 kilómetros respecto a la superficie, además de combustible, ruido y contaminación –los sistemas de filtrado evitan la emisión del 90% de las partículas contaminantes–. “Los 80.000 conductores que lo van a utilizar   –informó Ruiz-Gallardón– pasan de emplear la media hora que antes se tardaba en hora punta a sólo cuatro minutos. Y es que el bypass mejora mucho la conectividad entre Este y Oeste, al configurar un eje que facilita los desplazamientos desde la A-3 hacia la A-5 y la A-6”.

La reducción del tráfico en superficie, la eliminación de tramos de gran accidentalidad y de trenzados, la incorporación de tecnologías de vanguardia –229 cámaras, 412 altavoces, 229 bocas de incendio, 63 paneles informativos, 7 salidas de emergencia, 16 galerías entre túneles– reducirán la siniestralidad, evitando sólo éste año más de 120 accidentes.
“Algunos dijeron –concluyó Ruiz-Gallardón– que este servicio público no hacía falta y que no se podía hacer. Si hacía o no falta, los ciudadanos lo dirán muy pronto, cuando pasen de esa media hora de atasco a cuatro minutos de trayecto. Y que se podía, a la vista está”./

Subir Bajar