La compañía teatral La tristura celebra en Condeduque sus 20 años de trayectoria
- El martes 8 se representará Antes de que tiréis mis cosas, intervención poética con la artista Violeta Gil y el músico Abraham Boba
- Al día siguiente, 9 de octubre, se proyectará la película Las chicas están bien, en un pase comentado por su directora Itsaso Arana
- Veinte intérpretes, bailarinas, actores y técnicos llevarán a escena el espectáculo Renacimiento los días 18 y 19
El Centro de Cultura Contemporánea Condeduque, del Área de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid, acogerá en octubre la celebración del 20 aniversario de la compañía teatral La tristura. Afincada en Madrid desde sus inicios, La tristura está formada por tres artistas, Itsaso Arana, Celso Giménez y Violeta Gil, que traen ahora a Condeduque otros tantos espectáculos, con el montaje Renacimiento como plato fuerte.
Antes de que tiréis mis cosas
La intervención de palabra Antes de que tiréis mis cosas, plantea “cómo hablar del mundo sin renunciar a hablar de nosotros mismos, de todas las cosas que han conformado nuestro cerebro y nuestra intimidad. ¿Por qué soy así, por qué pienso así, qué puedo hacer para darle la vuelta a mi vida y, por qué no, a la tuya?”, en palabras de la artista Violeta Gil.
El espectáculo, en escena el 8 de octubre, sale del papel para mezclar las palabras con la música, con Violeta Gil en escena y la colaboración musical de Abraham Boba.
Las chicas están bien
Dirigida por Istaso Arana, Las chicas están bien presenta a un grupo de mujeres, cuatro actrices y una escritora, que se juntan en una casa de campo una semana de verano para ensayar una obra de teatro. Durante la convivencia, intercambian sus saberes sobre la actuación, pero también sobre la amistad, el amor, la orfandad y la muerte. Las chicas están bien es un cuento de verano en el que aparecen princesas, caballos, sapos, una fiesta y hasta un príncipe despistado. El día 9 en Condeduque se exhibirá en un pase comentado por su directora.
Renacimiento
Renacimiento es un espectáculo con 20 intérpretes, bailarinas, actores y técnicos en escena que, en palabras de sus creadores, es “una celebración del hecho teatral que pone en valor el grupo, el diálogo y la comunidad”. Fue el montaje con el que muchos teatros europeos reiniciaron su actividad tras el azote de la covid-19, y quizá por eso la pieza cobró una transcendencia especial. Superada la pandemia, y en un mundo entregado al presente que olvida rápidamente, cobra fuerza la idea de cuánto necesitamos los cuidados más básicos, los verdaderamente importantes. Por eso, la obra pone en el centro el microcosmos de los montajes técnicos y de sus trabajadores. “Queremos pararnos a observar el tipo de diálogo y de intercambio que ahí se genera. Un tipo de cooperación aún concreta y tangible, donde se hace evidente que, sin el colectivo, sin la comunidad, será imposible tener todo listo para cuando se alce el telón”, afirma la compañía.
Renacimiento se dibuja a partir de momentos icónicos de nuestra democracia, en un periodo de menos de medio siglo que reconstruye los últimos años de nuestra historia. “No para juzgarla de nuevo, sino para observarla desde otro lugar y tal vez darnos cuenta de que todo está de nuevo, siempre, por construir”, explican desde La tristura. Estará en Condeduque los días 18 y 19 de octubre.
La tristura
Como rezaba el subtítulo de su primera pieza, los artistas de La tristura “nacieron para ser estrellas”. Iniciaron su andadura en 2004 y siguen brillando 20 años después. La compañía ha estrenado sus espectáculos a nivel nacional e internacional, aunque su trabajo está muy vinculado a Madrid, ciudad en la que nació y donde sigue desarrollando sus proyectos.