Carpinteros nombrados Matafuegos 1618
En otras ciudades como Toledo y Valladolid, ya existían estas prevenciones y contaban además con cuatro cuadrillas de carpinteros denominados por su ayuntamiento con el sobrenombre de "oficiales del fuego".
Estaban obligados a acudir a todos los fuegos que sucedían en su ciudad, utilizando aguatochos y azadones.
Desde Madrid se pidieron informes a estas dos ciudades solicitando al Consejo los premios y honores que allí disfrutaban.
Francisco de Villasis, corregidor de la villa, elaboró un dictamen en el que por primera vez un grupo de 24 carpinteros se dedicaría a apagar los fuegos de la capital, percibiendo un salario por sus servicios y nombrándoles "matafuegos de la villa".