Daoiz, Velarde, Ruiz y los vecinos levantados

En el mes de la celebración del levantamiento del 2 de mayo de 1808, se exponen las llaves que cerraban las cajas con los restos de los héroes Daoiz, Velarde, Ruiz y los de los madrileños anónimos.

Lunes dos de mayo de mil ochocientos ocho: estalla la gran algarada que dio origen a la Guerra de la Independencia. 

Desde hacía varias semanas el ambiente en la ciudad era tenso: los soldados franceses paseaban a sus anchas por las calles y, ante tal ostentación, el pueblo más humilde, armado de cuchillos y palos, canalizaba hacia el francés el iracundo descontento provocado por sus duras condiciones de vida.

A la 10 de aquella mañana comenzaron los disturbios junto al Palacio Real, que pronto se extendieron a otros puntos de la ciudad. La respuesta de los franceses fue implacable, mientras el ejército español tenía orden de permanecer acuartelado. Todos los destacamentos madrileños obedecieron la orden, menos el parque de Artillería de Monteleón, hoy desaparecido, situado muy cerca de este Museo de Historia, en el solar que hoy ocupa la plaza del Dos de Mayo.

Ese día estaba al mando del parque el capitán Luis Daoiz. Por su parte, Pedro Velarde se encontraba en su despacho de la Junta de Artillería, en la calle de San Bernardo. Ante los ecos de los tiros de fusil procedentes del cuartel de Monteleón, Velarde acudió a defender la plaza.

Entre ellos estaba el teniente Jacinto Ruiz. 41 militares españoles pudieron repeler a los 83 soldados franceses hasta que llegaron los refuerzos, que inclinaron la balanza a favor del ejército imperial de Napoleón. En la lucha cayeron civiles y soldados españoles: Pedro Velarde murió en la plaza, Daoiz conservó el último aliento para fallecer en su casa esa misma noche y Ruiz sobrevivió maltrecho al combate y murió unos meses después.

Pero, ¿cuál fue el destino de sus restos? Toda la información se encuentra en el pdf que se adjunta. 

 

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