El lujo devoto

Libros de devoción y piedad

Desde principios del siglo XIX se inicia un proceso de alfabetización que va a repercutir en la difusión y comercialización del libro. Los editores, ayudados por los avances de la imprenta que permite disponer de cantidades ingentes de libros en poco tiempo y con un bajo coste, no van a desaprovechar la ocasión llegando a asociarse, cuando es necesario, para satisfacer la  demanda.

Dentro de la producción editorial  de este momento destacan, por su gran aceptación comercial, los libros de devoción y piedad destinados a los seglares. Pese a la variedad de títulos, el contenido no varía a lo largo del tiempo. Ya se llamen devocionarios, misales, oficios, paroissiens o lleven el nombre de determinadas fiestas o ritos religiosos, se trataba de ofrecer un título sugerente para atraer a los clientes.

También va a cambiar su utilidad, su único fin no solo será permitir a los fieles comprender y seguir la misa oficiada de espaldas y en latín, sino que se van a convertir en objetos de regalo en ocasiones especiales de la vida del cristiano como la primera comunión, el matrimonio, etc. Por otro lado, contarán con una importante clientela femenina, suponiendo su posesión la pertenencia a una determinada categoría social. Por ello, muchas librerías llegaron a contar con un amplio surtido de libros de devoción lujosamente ilustrados y encuadernados acorde con su uso en las grandes ocasiones.

Los ejemplares que presentamos en esta muestra se publicaron entre mediados del siglo XIX y principios del siglo XX, siendo este período el de mayor florecimiento de la industria editorial de este tipo de libros religiosos. No eran estrictamente libros de rezo, aunque muchos de ellos presentan huellas de uso, eran también un recuerdo, un objeto de lujo y, como tal, merecían un aspecto especial.

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