Los espacios de representación (Vitrina 1)
Estos patios eran espacios descubiertos, generalmente rectangulares, en los que el tablado del escenario ocupaba la parte central de uno de los lados cortos
Frente a él, otra construcción cubierta y en alto, llamada la “cazuela”, la localidad de las mujeres, bajo la cual se abría una especie de cueva que era la alojería, lugar destinado al despacho de aloja (agua con miel y especias) y, en cierto modo, el bar de nuestros días. En los laterales, a lo largo de las paredes y hasta cierta altura, estaban las filas de las gradas, y un toldo defendía del sol o de la lluvia a los asistentes, que se situaban sobre el piso de piedra desigual que formaba el patio. A tal patio daban ventanas de habitaciones de la casa o casas que formaban el recinto, las cuales se alquilaban como localidades.
La representación comenzaba por la música, seguida por la “loa”, breve composición escénica, que primero fue anónima, pero cuyos autores se conocerían después. Llegaban luego los actos de la comedia, entre los que se intercalaban los “entremeses”, cuadros de costumbres que solían acabar en baile. El punto final lo ponían nuevos bailes, jácaras, mojigangas o sainetes.
Escenario: plataforma saliente rodeada de público por tres lados. Se levantaba en un extremo del corral.
Patio: destinado al público más modesto, artesanos y pequeños comerciantes. Estos estaban de pie o bien sentados en los tarimones y bancos. A los lados y debajo de los aposentos estaban las Gradas destinadas también “al vulgo”.
Luneta o media luna: nombre recibido por la línea recta de taburetes que a partir 1708 adoptó la forma de media luna. También para las clases populares, podían sentarse los hombres mayores.
Cazuela: palco o corredor específico, frente al escenario, para las mujeres, que accedían al corral por puertas distintas de las de los hombres.
Tertulia: situada en la parte superior del corral. Las tertulias eran ocupadas por un público culto que solía “hacer tertulia” comentando las cualidades de la obra representada.
Aposentos: situados en los pisos superiores alrededor del patio y apartados de las aglomeraciones del resto del corral. Eran las localidades más caras, destinadas a la nobleza, al gobierno o a la corte.
Alojería: donde se vendía fruta, frutos secos, barquillos, etc. y aloja, una bebida compuesta de agua, miel y especias. En verano se servía con nieve y era muy apreciada por el público madrileño.
Fuente: Félix Núñez Caballero. La gestión estratégica de los corrales de comedias de Madrid a través del análisis de los libros de cuentas (1700-1744). Tesis doctoral, 2016-2017.
Cosme Pérez, alias Juan Rana, fue el actor cómico más famoso de su tiempo interpretando el papel de alcalde de pueblo y de simple o bobo. Nació en Tudela de Duero, Valladolid, a principios de abril de 1593.
Además de representaciones de comedias en Carnestolendas (carnaval) y autos en el Corpus, la familia real celebraba con fiestas y espectáculos otros acontecimientos como cumpleaños, nacimientos o recuperación tras una enfermedad. En éstas fiestas participaba Juan Rana, que fue ganándose el favor de la Corte, incluso del propio Rey, como queda de manifiesto en el artículo de María Luisa Lobato, “Un actor en palacio: Felipe IV escribe sobre Juan Rana” y que deja ver, en su correspondencia, las constantes alusiones de su Majestad al cómico.
Falleció en Madrid, en cuya calle de Cantarranas había vivido la mayor parte de su vida, el 20 de abril de 1672, a los 79 años.