Marco español antiblanqueo
España, referente en la lucha contra el blanqueo
España tiene un firme compromiso con la prevención del blanqueo de capitales (PBC) y los valores europeos, siendo una referencia a nivel mundial.
En relación con las futuras competencias de AMLA, el sistema español mantiene unos altos estándares, siendo el único país de la UE y del mundo con las máximas calificaciones en esas materias, de acuerdo al Informe GAFI de Evaluación de España 2014 e Informe de Seguimiento 2019:
- Destaca la supervisión en PBC, donde GAFI resalta que “España cuenta con un sólido sistema de supervisión de los sectores financieros en materia de prevención de blanqueo de capitales y financiación del terrorismo y ha demostrado que sus procedimientos de supervisión y seguimiento han evitado que los delincuentes controlen entidades financieras.”
- El sector privado tiene altos estándares de cumplimiento en España: “La solidez general de las medidas preventivas aplicadas por las entidades financieras españolas es especialmente notable en el sector bancario.”
- España se encuentra entre los cuatro mejores países del mundo en la producción y uso de inteligencia financiera, y es, junto a Países Bajos, el único país de la UE con la máxima calificación de acuerdo a los FATF 4th round ratings.
España, un marco precursor al de AMLA
El modelo español de lucha contra el blanqueo de capitales ya cuenta con un diseño institucional robusto y similar al propuesto para AMLA, con un órgano colegiado (la Comisión de Prevención del Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias) que actúa como regulador (a través de su Secretaría) y como supervisor y Unidad de Inteligencia Financiera (a través de su Servicio Ejecutivo, Sepblac).
España destaca por el elevado grado de coordinación entre todas las instituciones que intervienen en las actividades de prevención, supervisión, investigación y enjuiciamiento por blanqueo de capitales y financiación del terrorismo, y cuenta con potentes mecanismos de cooperación internacional.
La designación de Madrid como sede permitiría establecer sinergias con otros organismos y entidades, así como reclutar personal especializado y de alta cualificación, mientras se mantiene la necesaria independencia de AMLA.