Qué es la movilidad eléctrica
El ecosistema de movilidad eléctrica es aquel formado por vehículos que incorporan un motor eléctrico para su propulsión, así como los elementos complementarios para el correcto funcionamiento de estos vehículos.
Los componentes de este ecosistema son:
- Vehículos eléctricos
- Cargadores
- Proveedores de servicios de carga y operadores de cargadores
- Suministro de energía
Los vehículos eléctricos son el componente central del sistema de movilidad eléctrica. La oferta de vehículos eléctricos cubre todos los niveles de demanda, desde vehículos de movilidad personal (bicicletas, patinetes, etc.) perfectos para desplazamientos urbanos cortos, a vehículos ligeros multiplaza (motocicletas y coches) para desplazamientos más largos o para el transporte de varias personas.
La principal ventaja de la movilidad eléctrica es la ausencia de emisiones directas de gases de efecto invernadero. A nivel tecnológico, los motores eléctricos son notablemente eficientes en cuanto a energía suministrada y trabajo realizado, lo que optimiza los recursos.
Es una tecnología cuyos motores eléctricos tienen la capacidad de funcionar a modo de generador, conocido como freno motor, que permite recuperar energía de la frenada para alimentar la batería. Y además es capaz de integrar las energías renovables para la carga o en los procesos de fabricación de los componentes, permitiendo contribuir a una disminución mayor de las emisiones y a un menor coste de la energía.
Ahora bien la utilización de energías renovables supone también un reto, puesto que estos vehículos cargan normalmente por la noche, cuando la producción de las energías renovables disminuye. Para poder adaptar las curvas de demanda de los vehículos eléctricos se recomienda utilizar baterías para almacenar esa energía renovable.
Se pueden reutilizar baterías degradadas como sistemas de almacenamiento y conseguir así una cadena de valor más sostenible.