El Olivar
Las tierras del Olivar de la Hinojosa, dedicadas tradicionalmente al cultivo de viñedos y olivos, llegaron a nuestros días absolutamente degradadas y convertidas en un vertedero de escombros, sobreviviendo únicamente una superficie de 2 hectáreas en la que había más de 2000 olivos centenarios. Éstos, conservados y considerados núcleo inicial del nuevo parque cuya parte forestal fue completada con más de mil pinos piñoneros, además de cedros, cipreses, magnolios, robles, etcétera, así como unos cien mil arbustos y tapizantes.
Todo ello se plantó tras realizar una extraordinaria obra de infraestructura que comenzó en enero de 1990 y que consistió en efectuar grandes movimientos de tierra para configurar la superficie, excavar la ría, lagos y estanques, levantar colinas y pirámides con el fin de tener diversos puntos de vista elevados sobre el parque y sus inmediaciones. Aprovechando su cercanía con el aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suarez este enorme recinto fue concebido también como una puerta de la ciudad, para ser visto desde el aire.