Opinión de las personas mayores

Cuando se pregunta a las personas mayores cuál es su percepción de amigabilidad de la ciudad, distinguen dos aspectos claramente, uno relacionado con las estructuras y otro relativo a las actitudes.

En el primer caso se refieren a las actuaciones de la administración y son más factibles de resolver y   en el segundo, hacen referencia a la educación de la ciudadanía.

Creen que la sociedad tiene una visión negativa sobre la persona mayor que es necesario cambiar. “Cambiar una acera es muy fácil, pero cambiar una actitud o fomentar respeto es dificilísimo”. Las palabras clave en ambos casos son sensibilización y visibilidad hacia todos los colectivos para fomentar el reconocimiento, la inclusión y la participación.

El englobar la variedad de realidades presentes en las personas mayores de 65 años en el concepto “colectivo de mayores” es muy reduccionista y discriminatorio.

Expertos en salud opinan que “estratificar a la población por edad es un error. El estrato actual es la capacidad y los recursos económicos y relacionales”.

El que existan, por ejemplo, centros de ocio cerrados sólo a mayores de 65 años, horarios especiales para las actividades en polideportivos, programas de voluntariado específicos, incluso bonificaciones homogéneas para todo el colectivo, provoca segmentación y les convierte en invisibles.

El que la edad sea la variable sobre la que se definen de forma rígida el disfrute de determinados servicios, entendidos éstos de forma amplia, o el quedar apartado de participar en trabajos o actividades, hace que el envejecimiento no se viva en el imaginario colectivo como una etapa dentro de un proceso, sino como un salto a otra realidad.

Por todo ello, es necesario mejorar y revalorizar la imagen de las personas mayores y reconocer el potencial de soporte social que representan.

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