6. Muro de biodiversidad
Los muros de biodiversidad, además de ser estéticamente atractivos, cumplen una función mucho más importante que simplemente servir como elementos decorativos. Constituyen auténticos microhábitats donde la fauna y flora rupícola pueden desarrollarse, algo que les resulta difícil fuera de estos espacios.
¿Quiénes se benefician?
La vida en los muros puede variar considerablemente según su ubicación, el clima o el tamaño de las grietas. Sin embargo, en términos generales, podemos encontrar numerosos grupos de invertebrados, como arañas, escolopendras o lombrices. Estos organismos, a su vez, atraen una amplia variedad de depredadores. Algunos de ellos son fáciles de observar, como la lagartija roquera (Podarcis muralis) o la lagartina hispánica (Podarcis hispanica), que podemos ver tomando el sol. Además, también encontraremos otros pequeños depredadores de insectos rondando, como el erizo (Erinaceus europaeus). Estos muros también atraen a grupos de aves insectívoras que, si las grietas son lo suficientemente grandes, aprovecharán estos espacios para nidificar. Algunos ejemplos son el carbonero común (Parus major), el colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros) o la abubilla (Upupa epops).
Podarcis hispanica