XIII Jornada Municipal de Psicología de Emergencias

Jornada Psicología

El pasado 7 de noviembre se celebró la XIII edición de la Jornada de Psicología de Emergencias con el lema 'Emergencias y adicciones'.

La XIII edición de la Jornada de Psicología de Emergencias ha puesto el foco sobre el abordaje psicológico de las adicciones, ya que generan experiencias traumáticas en las que el paciente siente su integridad física y psicológica amenazada, a la par que inundan su vida familiar, laboral y social. La intervención desde la emergencia favorece la toma de consciencia de un problema, una motivación para el cambio y la remisión de una cronicidad o historia de consumo.

Ser consciente de las consecuencias negativas de la adicción, de sus factores de riesgo y de la falta de capacidades en su afrontamiento, facilita el cambio de las expectativas positivas del consumo, de las creencias irracionales, su control y de las emociones negativas generadas como culpabilidad, vergüenza y negación.

No resolver adecuadamente la adicción puede conllevar accidentes de tráfico y laborales, atropellos, caídas, agresiones, arrollamientos, precipitados, autolisis traumática, agresión sexual, violencia de género, maltrato infantil, maltrato a ancianos, crisis de ansiedad, paradas cardiorrespiratorias y otras urgencias psiquiátricas.

La intervención desde la emergencia permite pasar, siguiendo el “Modelo Transteórico de Cambio” de Prochaska y Clemente, de la precontemplación o no existencia de planteamiento para modificar la conducta, a la contemplación, preparación y acción para el cambio que conlleva eliminar el consumo, controlar el deseo, las emociones negativas y el mantenimiento de la abstinencia.

La intervención en crisis permite ser el puente entre su historia de vida y los recursos de derivación. Enlaza la sintomatología o consumo actual con la etiología que correlaciona con haber sufrido maltrato, exposición a la violencia, abuso sexual, acoso escolar, exposición al trauma, problemas de identidad sexual y/o de género. Esto permite el cese de la conducta adictiva y su perpetuación a medio y a largo plazo como automedicación. Previene la intensidad y frecuencia de los trastornos adaptativos, déficit narcisista, trastorno límite de personalidad, trastorno por estrés postraumático, esquizoidismo, trastornos evitativos, distímicos, del vínculo, etc. Es necesario, por tanto, sensibilizar sobre la importancia de la intervención temprana, no juzgar, humanizar al paciente y hablar con naturalidad de su adicción.

Compartir los procedimientos de intervención, la experiencia y testimonios de diferentes profesionales es fundamental para afrontar con éxito las duras situaciones que la atención que una ciudad como Madrid merece y necesita.

 

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