Vídeo. Medidas para acondicionar los ambientes interiores frente al frío

  • Aproveche la energía de la radiación solar que incide sobre los cristales de ventanas y puertas para calentar la estancia de forma natural. Los días soleados, abra cortinas y levante las persianas durante el día, cerrándolas por la noche.
  • Procure un buen aislamiento térmico e impermeabilización, evitando corrientes de aire y humedades.
  • Revise el estado de cerramientos. Selle grietas y huecos por los que pueda entrar el frío. Si es preciso utilice burletes u otro material aislante en puertas y ventanas, incluso plásticos para cubrirlas, y no olvide aislar la estructura interior de la caja de las persianas.
  • Supervise tejados y bajantes de agua. Si están en mal estado, arréglelos. Abra periódicamente algún grifo para que circule el agua en el interior de las tuberías, evitando así su congelación.
  • Utilice alfombras y cortinas gruesas o dobles, incluso de tejido térmico. Además de ser elementos decorativos tienen un carácter aislante y protegen del frío.
  • Examine, limpie y ponga a punto los radiadores y la caldera. Regule los termostatos para mantener la temperatura adecuada. Distribuya los radiadores o sistemas calefactores en puntos estratégicos. En general, no cubra los radiadores ni los utilice para secar la ropa. Tampoco coloque delante de ellos muebles u objetos voluminosos, pues impedirían la adecuada difusión y distribución del calor de manera uniforme.
  • Mantenga cerradas puertas y ventanas de las habitaciones que no utilice.

Y en cualquier caso, recuerde:

  • Abríguese con ropa y calzado que eviten al máximo la pérdida de calor. Varias capas de prendas ligeras y holgadas le protegerán más que una gruesa, pues formarán cámaras de aire entre ellas.
  • Si no cuenta con un sistema de calefacción adecuado no permanezca en reposo durante demasiado tiempo. La actividad física le ayudará a combatir el frío.
  • Preste especial atención a las personas ancianas, dependientes, con movilidad reducida, enfermos crónicos, bebés y niños de corta edad, acomodándolos en las habitaciones más caldeadas del domicilio y manteniéndolos abrigados.
  • Evite riesgos de incendio e intoxicación por monóxido de carbono y otros gases. Tenga especial precaución con los braseros, estufas de gas, chimeneas de leña y otros elementos de combustión. En el caso de utilizar aparatos eléctricos, preste atención a las sobrecargas de la red.
  • No olvide ventilar al menos dos veces al día, con 5 o 10 minutos puede ser suficiente. Hágalo preferentemente por la mañana o al mediodía.

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