Reinventando los espacios urbanos
Grandes metrópolis como París, Melbourne, Montreal, Chicago, Buenos Aires o Washington están comprometidas en la lucha contra el cambio climático a través de C40, la red de ciudades que tiene como objetivo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de la que también forma parte Madrid.
Como parte de este objetivo, la red ha puesto en marcha un concurso global, Students reinventing Cities, que busca fomentar la colaboración entre las administraciones y las universidades e impulsar procesos creativos para contribuir a la descarbonización de las ciudades y mejorar la vida de los barrios.
El Ayuntamiento ha propuesto que se estudie el ámbito de dos parcelas urbanísticas denominadas J y K que forman parte del Gran San Blas, en el distrito de San Blas-Canillejas. Se trata de una zona urbana que actualmente forma parte de un Plan Especial de Incremento y Mejora de las Redes Públicas que tiene como objetivo mejorar la urbanización de espacios públicos.
El Gran San Blas nació como resultado del Plan de Urgencia Social de Madrid. En 1958, el Ministerio de la Vivienda encargó a la Obra Sindical del Hogar la realización de 20.000 viviendas. Surgió así la actuación de vivienda social más extensa y representativa de esta época. Su desarrollo tuvo lugar en los años 70 y tuvo como resultado un paisaje urbano predominantemente residencial, compuesto por edificios dispuestos en bloque abierto que se complementaban con grandes áreas de equipamiento y núcleos comerciales en galería.
A día de hoy, la zona tiene un censo de 4.905 habitantes sin apenas crecimiento poblacional en los últimos cinco años, con una edad media de 45 años y un 12% de hogares unipersonales compuestos por una mujer sola de más de 65 años.
Casi cinco décadas después de su desarrollo, el Gran San Blas es hoy un laboratorio de ideas para 69 estudiantes provenientes de más de 15 universidades españolas e internacionales que han conformado equipos para trabajar y diseñar propuestas de mejora para el área de estudio de 19 hectáreas de extensión, de las cuales una está calificada de zona verde y 9.000 metros cuadrados están dedicados a equipamiento deportivo.
Teniendo en cuenta las particularidades de la zona establecida, los universitarios han tenido que investigar y diseñar posibles soluciones para tratar de mejorar la situación de los espacios interbloque y los vacíos urbanos que han quedado aislados en esas zonas, con equipamientos en desuso y zonas verdes sin desarrollar.
Las propuestas se han enfocado en recuperar espacios públicos, crear áreas verdes, recorridos agradables para bicicletas y peatones, proponer nuevos usos y actividades para la población, y minimizar el uso de vehículos privados.
Además, deberán tener en cuenta los edificios existentes, que tendrán que adaptarse para incrementar su eficiencia energética. También es clave promocionar nuevas actividades en espacios comerciales de proximidad en el interior de las manzanas. Por último, deberán repensar la funcionalidad de los equipamientos que actualmente ejercen como fronteras entre los nuevos crecimientos y el Gran San Blas.
Los proyectos ganadores, que se conocerán el 28 de septiembre de 2021, recibirán un certificado oficial de C40 y formarán parte de una campaña de comunicación global en la que se dará a conocer la propuesta.
Si bien se trata de un trabajo reflexivo y el proyecto no es vinculante, el Área de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento informará al equipo si finalmente ejecuta alguna de las ideas proyectadas que en definitiva tienen como objetivo hacer de Madrid una mejor ciudad para vivir a través de un urbanismo moderno, sostenible e innovador.