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Esta exposición presenta al creador y su obra conectados por la línea del pensamiento progresista y, a través de ella, comprenderemos por qué una generación de españoles, en plena Revolución Industrial, experimentó un éxodo rural sin precedentes hacia una ciudad que se transformaba a una velocidad de vértigo.

Arturo Soria, figura polifacética y emprendedora, tenía una "mente poliédrica",  una visión del mundo en constante movimiento, a través de la geometría como una gran verdad empírica que le sirvió de guía en su búsqueda incansable de la perfección. Gracias a su saber hacer, fue capaz de realizar su gran proyecto urbanístico, la Ciudad Lineal, aquella en la que consideraba que todos debíamos vivir y trabajar. 

Su proyecto fue ejemplo pionero de la implicación del ser humano en la transformación de los espacios que habita, abordando la igualdad de oportunidades, el trabajo, la vivenda digna, además de la búsqueda del equilibrio medioambiental.

Para construir esta ciudad ideal, que Arturo Soria denominó "la ciudad del porvenir", fundó la Compañía Madrileña de Urbanización (C.M.U.), en 1894, para llevar a cabo la urbanización, las canalizaciones de agua, las vías del tranvía y todo lo necesario para crear un modelo de ciudad basado en la ordenación racional de las infraestructuras para lograr su desarrollo pleno. 

La naturaleza cobraba especial importancia en aquel proyecto, ya que había franjas de bosques aisladores y tierras de cultivo a ambos lados de la ciudad, además del arbolado de la calle principal y las calles transversales que servirían para purificar el aire y hacerla más saludable.

En la exposición también podemos descubrir aspectos de la vida personal y familiar de Arturo Soria, que falleció en 1920, a la edad de 78 años, en su residencia de la Ciudad Lineal, conocida como Villa Rubín, en la calle Arturo Soria, nº 124.