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El Parque de San Isidro, el segundo en extensión del distrito tras el Parque Emperatriz María de Austria, pero sin duda el más representativo, se encuentra ubicado en las proximidades de la histórica Ermita de San Isidro y muy cerca del río Manzanares. Se caracteriza por su irregularidad formal y por las fuertes pendientes en toda su superficie. 

El parque, que se desarrolla sobre la antigua pradera del Santo, se inauguró en 1970 en el día del patrón, el 15 de mayo. En este espacio se celebran, anualmente, las festividades en honor al santo que da nombre al parque y es tradición acudir en esta festividad vestido de chulapo y chulapa.

Este recinto alberga, entre otros atractivos, el Jardín de Palmeras, inaugurado en 2006, un espacio que destaca por su colección de diversas especies palmáceas y plantas vivaces. A lo largo del parque, los visitantes pueden disfrutar de una senda botánica, así como de una fuente central que añade un toque de serenidad al entorno. El parque se caracteriza también por sus amplias praderas de césped, un denso arbolado y macizos de arbustos y flores, que, junto con los anchos caminos terrizos, crean el ambiente perfecto para paseos relajantes. Este parque se riega con agua regenerada.

El lugar está, además, dotado de un carril bici, dos fuentes ornamentales y una lámina de agua que puede ser cruzada por un pintoresco puente, proporcionando un entorno natural y accesible para todos los visitantes.

En su recorrido se encuentran diferentes esculturas. La más destacada, situada en el paseo de la Ermita del Santo, es la que reproduce la cabeza de Goya esculpida en piedra blanca. Se ubica en el mismo punto que el genio aragonés escogió para inmortalizar la pradera de San Isidro. En el mimso entorno se yerguen restos que pertenecieron al Palacio de Larios, que estaba en la Castellana hasta que se demolió en 1960.

Dentro de sus instalaciones, el parque acoge también un recinto ferial, donde se desarrollan diversas actividades durante el año. En particular, en el mes de mayo, este espacio alberga una parte significativa de las celebraciones de las fiestas de San Isidro, y se destina a actividades deportivas durante el resto del año.

El parque se sometió en 2022 a una importante reforma.