Cumbre sobre edificios altos en Madrid
- Joaquín Mañoso destaca que en La Castellana Norte -alrededor de las Cuatro Torres, el ámbito de Chamartín y el complejo AZCA tras su remodelación- se configura el gran centro financiero y de negocios del Madrid del siglo XXI
- “La construcción de determinados edificios altos debe simultanearse con la recuperación del patrimonio arquitectónico acumulado a lo largo de nuestra historia, porque el Madrid del futuro ha de construirse desde el respeto al Madrid del pasado”, afirmó el director de Planeamiento
Los edificios altos, como el nuevo complejo Cuatro Torres, no son sólo un referente arquitectónico de la ciudad, sino también un factor que contribuye a reforzar su competitividad al acoger actividades que consolidan la posición de Madrid como centro financiero y de negocios. Así lo ha manifestado el director general de Planeamiento Urbanístico, durante la inauguración de la Jornada Técnica sobre Construcción de Edificios Altos, que se celebra hoy en Madrid .
Este encuentro está promovido por la Asociación Científico-Técnica de Hormigón Estructural, y presta una especial atención a cada uno de los edificios del nuevo complejo financiero Cuatro Torres, cuyos edificios serán objeto de una ponencia específica. Además, y para ampliar la perspectiva con una visión de carácter internacional, participan también dos proyectistas de gran prestigio: Leslie Robertson y William Faschan, responsables de la estructura de edificios tan singulares como las torres del World Trade Center y el edificio Sony de Nueva York, el Banco de China en Hong King y el Shangai World Financial Center, y la Torre Picasso y los edificios de Puerta de Europa en la en la capital española.
Desde la delimitación inicial del término “rascacielos” en algunas ciudades norteamericanas, especialmente Chicago, hace ya más de 100 años, este concepto de edificio se trasladó a otras ciudades, entre ellas Madrid, que ha sido escenario de una progresión moderada de los edificios en altura, con ejemplos muy puntuales. En un breve repaso por las muestras más representativas de este tipo de arquitectura destacan el edificio Telefónica de Gran Vía, que marcó un hito en 1929 con sus 88 metros de altura, el edificio España y la Torre de Madrid, que superaron los cien metros, y más
recientemente, las torres Puerta de Europa o la Torre Picasso del complejo AZCA, con 157 metros, que han sido superado por los 250 metros de alguno de los edificios del complejo Cuatro Torres.
Skyline y competitividad
El director de Planeamiento Urbanístico ha señalado que “detrás de cada uno de los edificios que desde el siglo pasado marcan el skyline de Madrid existen las sedes representativas de importantes empresas, actividad económica, generación de riqueza para la ciudad y creación de empleo, configurándose como un elemento eficaz para situar a la capital en una posición de vanguardia”. Es el resultado de un proceso que primero localizó su principal área de actividad en pleno centro urbano, y que progresivamente se trasladó al norte de la ciudad, a lo largo de un eje vertebrado por el paseo de La Castellana y del complejo AZCA, actualmente en fase de remodelación, y que culmina en la actualidad en las Cuatro Torres y el entorno de la Operación Chamartín, donde se sitúa el gran centro financiero y de negocios del Madrid del siglo XXI, la city que Madrid nunca tuvo.
Pasado y futuro
Hizo hincapié Joaquín Mañoso en que “la construcción de determinados edificios altos que vienen a dar respuesta a las necesidades de la actividad financiera y de negocios que se desarrolla en nuestra ciudad, debe ser compatible, sin embargo, con la recuperación y puesta en valor de los elementos más representativos del patrimonio arquitectónico acumulado a lo largo de nuestra historia. Porque el Madrid del futuro debe construirse desde el respeto al Madrid del pasado”.
Partiendo de este criterio, apuntó Mañoso que el Ayuntamiento de Madrid, al mismo tiempo que hace posible la construcción de complejos financieros como el de Cuatro Torres, está desarrollando un ambicioso Plan de Revitalización del Centro Urbano, que incluye la recuperación de edificios singulares en desuso, de los siglos XVIII al XX, que acogerán también actividades terciarias y nuevos equipamientos y servicios públicos. Sirvan, como ejemplo, la rehabilitación de las antiguas Escuelas Pías de San Antón en la calle de Hortaleza, futura sede del Colegio de Arquitectos de Madrid y de dotaciones deportivas y educativas; la del complejo Matadero de Madrid para centro de actividades creativas; la del Palacio de Altamira como centro de diseño, o la del que fuera Mercado de frutas y verduras de Legazpi, que albergará dependencias municipales./