María Zambrano dará nombre a una biblioteca
- El Consejo Territorial del distrito lo podría decidir a finales de septiembre cuando volverá a reunirse que
- María Zambrano, nacida en Vélez (Málaga) en 1904, fue una filósofa y ensayista, discípula de Ortega y Gasset
La biblioteca del Centro Cultural Eduardo Úrculo se llamará María Zambrano si así lo aprueba el Consejo Territorial del distrito de Tetuán que volverá a reunirse a finales de septiembre. El Consejo decidió asignar a dicha dotación el nombre de "Luis Rosales". Sin embargo, la portavoz de este órgano, Rosa Heredia, propondrá el cambio de denominación puesto que el nombre del poeta y ensayista de la generación del 36 ya se ha dado a una biblioteca del distrito de Carabanchel inaugurada recientemente.
Para la concejala del distrito, Paloma García Romero, se lograría de esta forma un doble objetivo. "Por un lado, que Luis Rosales tenga un merecido homenaje, y, por otro, que María Zambrano tenga el reconocimiento de los madrileños."
María Zambrano, nacida en Vélez (Málaga) en 1904, fue una filósofa y ensayista, discípula de Ortega y Gasset. De familia intelectual, durante los años 30 entabla amistad con personajes como Antonio Machado, Cela, Lezama Lima, entre otros. Completa la carrera de Filosofía en 1927 con Gasset y Zubiri como maestros. En 1933 publica su primer ensayo en la Revista de Occidente: Por qué se escribe, y más tarde colabora con las Revistas Cruz y Raya y Los Cuatro Vientos.
Se exilia en 1939 y realiza un gran periplo por Europa y América, donde conecta siempre con la intelectualidad, tanto del exilio, como de los países de acogida: Croce, Guerrini, Alberti, Guillén, entre otros muchos.
En 1980, se traslada a Ginebra, donde al año siguiente se la nombra "Hija adoptiva del Principado de Asturias", que fue su primer reconocimiento oficial. Sólo un año más tarde, se le concede el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades. En 1982 es nombrada "Doctora Honoris Causa" por la Universidad de Málaga y en 1989 se le concede el Premio Cervantes. Su exilio terminó en 1984.
Para ella es muy importante la razón de la escritura como método de conocimiento y comunicación filosófica entre los seres humanos. Su discurso filosófico se basa en la "Razón poética" y en la "Palabra poética" en cuanto a que define, pero no es palabra de dominación, la realidad del individuo. Es metáfora y a la vez revelación del interior del ser.
Para Zambrano existen dos actitudes: la actitud filosófica, que se crea en el hombre cuando se pregunta algo, por la ignorancia, y la actitud poética, que es la respuesta, la calma y en la que una vez descifrada encontramos el sentido a todo./