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Seis paradas en otras tantas frases que son auténticos pilares en los que se sustenta la violencia machista: "La igualdad ya está conseguida"; "A mí eso no me va a pasar", "No será para tanto si no ha denunciado", "No hay nada que hacer", "Las leyes de la violencia van en contra de los hombres"; "Sin tí no soy nada". Y una invitación a reflexionar sobre lo que entraña cada una de esas sentencias. Eso es "Mitos de las violencias machistas", la muestra que ha inaugurado hoy Ana Buñuel, directora general de Igualdad entre mujeres y hombres, dentro de la programación diseñada con motivo de la celebración del 25N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.

La exposición, de carácter itinerante, se puede ver en el Centro Cultural Nicolás Salmerón, de Chamartín, del 19 al 29 de noviembre. Después se instalará en el Centro Cultural Santa Petronila de Villaverde hasta el 13 de diciembre. La rubrica Pandora Mirabilia, una cooperativa de trabajo formada por mujeres con mirada feminista e interdisciplinar, que se centra en temas relacionados con la comunicación (audiovisual y escrita), el análisis crítico de los mensajes y la equidad de género (corresponsabilidad, cuidados, violencia contra las mujeres, participación). Las ilustraciones están a cargo de la diseñadora Emma Gascó.

Cada una de las paradas, creadas en torno a esos seis mitos, es una mirada rápida a través de flashes, de la evolución histórica, fechas, hechos, cifras que van retratando la realidad actual y lo mucho que queda por hacer.

Desmontando tópicos
El primero y uno de los más extendidos, el trabajo está hecho y la igualdad conseguida. Partiendo de la reivindicación de Concha Méndez -"yo también fui parte de la Generación del 27"- o de Clara Campoamor, se enlaza un recorrido que derriba ese mito y resalta la desigualdad real y tozuda que se refleja en todos los ámbitos. Por ejemplo, a nivel salarial. En nuestro país, las mujeres, según un estudio del INE, ganan de media un 17,3% menos que los hombres. O de asunción de responsabilidades directivas: las mujeres ocupan el 33,3% de estos puestos en empresas o en las administraciones.

Pero el mito se refleja en muchos más aspectos, como el de los cuidados: los hombres dedican apenas 1,5 horas diarias al trabajo en el hogar o de la familia, frente a las 4,7 que destinan las mujeres. Es un círculo vicioso por lo que dificulta la participación femenina en espacios políticos o en puestos de dirección.

Otro aspecto que se contempla en esta parada es el acoso o las agresiones sexuales, donde la dificultad de la prueba hace más difícil la denuncia, o el nuevo ámbito de violencia machista que supone el ciberacoso.

Segundo mito: A mí no me va a pasar
La segunda parada invita a una búsqueda de similitudes en noticias aparecidas en distintos países, desde México hasta Noruega, con el mismo tema: el feminicidio. Es una forma de mostrar que no hay un perfil definido de mujer maltratada, sino que cualquiera puede serlo. Tampoco hay una visión clara del maltratador, pero en este caso sí hay un denominador común: el machismo. Un concepto que trasciende a las mujeres para afectar también a los menores. Algunos datos que lo ilustran: en 2013 murieron seis menores por malos tratos. En 2014, cuatro, y 42 huérfanos por violencia de género.

Tercer mito: No será para tanto si no ha denunciado
Denunciar no es fácil. Sólo un 68% de las mujeres maltratadas lo denuncia. Un hecho en cuyo origen se funden varios sentimientos: el autoengaño -"no era lo suficientemente grave"- (44,6% de los casos); el temor a las represalias (26,5% de los casos); la vergüenza o el apuro (21%).

De hecho hay un dato relevante, el 20,9% de las mujeres que se atreven a dar el paso, retiran posteriormente la denuncia. ¿Motivos? Variopintos. Desde que es el padre de sus hijos hasta la promesa de que iba a cambiar, o de que no se iba a repetir, o la pena que sienten por el maltratador.

Cuarto mito: Las leyes de la violencia van contra los hombres
Partiendo de la definición que hace Naciones Unidas de violencia de género, en esta parada se trata de desmontar algunas de las creencias que sustentan este mito. Entre las más comunes se encuentra la interposición de denuncias falsas o malmeter a los hijos en contra del progenitor. La memoria de 2014 de la Fiscalía General del Estado aporta datos que muestran lo errático de esas creencias, como que, entre 2009 y 2013, sólo un 0,005% de las denuncias por violencia de género pueden considerarse falsas.

Quinto mito: Sin ti no soy nada
Una parada lúdica. El puzzle del amor, un rompecabezas con frases que reflejan relaciones positivas y relaciones tóxicas, conductas que hay que ir identificando por lo que entrañan de alerta de aviso. Un estudio del Centro Reina Sofía sobre adolescencia y juventud desvela que hay tópicos muy arraigados, que lejos de desterrarse, se perpetúan. Así, una mayoría de chicos y chicas (casi el 60%) coincidía en que el chico debe proteger a su pareja, y para el 30% es normal la existencia de celos. Otra conclusión importante de dicho estudio es que, aunque existe una voluntad de avanzar hacia la equidad de género, en los chicos es menor, y muchas veces esa resistencia la justifican por la educación recibida: "nos han hecho así". 

Sí hay salida
El último mito a desterrar es el de la resignación. "No hay salida", repetido muchas veces, pero no por ello más veraz. De esta última "estación" parte un tren esperanzador: el 77,6% de las mujeres maltratadas han conseguido dejar atrás la violencia y rehacer su vida. Y en ese camino no están solas. Este apartado de la exposición recoge tanto los recursos y herramientas que existen como las líneas básicas que deben seguir las estrategias para avanzar en el camino de la igualdad./