Burckhardt, Johann Ludwig (1784-1817)

Johann Ludwig Burckhardt

Viajero y orientalista suizo. Nació en Lausana en 1784. En 1806 viajó a Londres donde fue contratado por la Asociación Africana para realizar estudios sobre el río Níger. En Cambrigde estudió árabe, así como ciencia y religión y comenzó a adoptar usos y costumbres musulmanas. En 1812, tras dos años en Alepo (Siria) viviendo como un musulmán bajo el nombre de Sheikh Ibrahim Ibn Abdallah, recibió orden de partir hacia El Cairo.

Durante el viaje a Egipto, decidió explorar unas ruinas, entre las que se encontraba "la tumba de Aaron". El 22 de agosto de 1812, se convertía en el primer occidental moderno que contemplaba los templos de la ciudad nabatea de Petra.

Después de dos años de viajes por el valle del Nilo hasta Sudán, se embarcó en dirección a La Meca, ciudad prohibida a los occidentales, donde permaneció varios meses, para luego visitar Medina. De regreso a El Cairo, todavía realizó algunos viajes por la península del Sinaí, antes de morir a los 33 años a causa a una disentería, sin poder realizar su ansiado viaje al río Níger.

Burckhardt llego a El Cairo con la intención de conseguir un puesto en alguna caravana que le trasladara, a través del Sahara, a Tombuctú y los países del Niger, pero cansado de esperar, decidió remontar el valle del Nilo hasta Dongola, en Sudán. 

Burckhardt llegó a Asuán el 22 de febrero de 1813. Siguiendo la ruta terrestre oriental llegó hasta Tinareh en la comarca de Mahass donde fue obligado a detenerse acusado de ser agente del pachá de Egipto, Mehmet Alí. El 15 de marzo iniciaba precipitadamente el viaje de vuelta, ahora por la orilla occidental. El 22 llegaba a Abu Simbel, donde se detuvo para ver el templo de Hathor. Creyendo haber visto ya todo lo que de interés había en el lugar inició el retorno hacia donde habían quedado su guÍa y los camellos cuando, al volverse para ver por última vez el templo, descubrió hacia el sur cuatro gigantescos colosos esculpidos en la roca y prácticamente enterrados por las arenas del desierto. Había descubierto el gran templo de Ramsés II.

Ya en El Cairo informaría de este descubrimiento a un recién llegado Belzoni, con quién trabó amistad, quien años más tarde desenterraría el impresionante templo. La relación de los viajes por Nubia de Burckhardt fue publicada en 1819, dos años después de su muerte.

En su camino de regreso desde Sudán a Egipto, Burckhardt pasó por Debod el 30 de marzo de 1813, donde se detuvo a examinar el templo. Burckhardt nos dejó una descripción del monumento y la primera planta, aunque esquemática, del conjunto:

"30 de marzo. Después de una cabalgada de media hora sobre una bien cultivada planicie llegamos al templo de Debot, que se eleva sobre el sitio de la antigua Parembole.

Al templo se accede a través de tres altos y aislados portales, con cornisas salientes, como las de las cercanías de Merowau. La distancia entre el primero y el segundo portal es de 20 pasos; 10 pasos entre el segundo y el tercero; y quince pasos entre el tercero y el pronaos del templo. En el frente del pronaos hay cuatro columnas, con un muro hasta la mitad de su altura. A lo largo de la parte central de tres de los muros interiores del pronaos hay un compartimento de relieves, las otras partes de los muros están desnudos, una peculiaridad que no he visto en otro sitio. Junto al pronaos, a la izquierda, hay una cámara cuadrada, cuyos muros se proyectan más allá de los lados del templo y rompen su simetría. No hay escultura de ningún tipo en las paredes de esta cámara.

La cella es un cuadrado oblongo; sus muros están cubiertos de jeroglíficos y relieves: en uno de sus lados hay una cámara oscura, que se abre al pronaos y al otro lado hay una escalera que lleva al techo del templo: bajo la escalera hay varias habitaciones pequeñas. El adytum, al que se accede a través de una cámara estrecha de tres pasos de ancho, tiene 10 pies de largo por nueve de ancho. En su muro posterior hay dos bellos templos monolíticos de granito, el mayor de los cuales tiene ocho pies de alto por tres de ancho. Sobre cada uno está esculpido el globo alado. Parecen haber sido receptáculos para algún tipo de animal sagrado, quizás escarabajos. Son todavía visibles los huecos en los que giraban las bisagras de la puerta que cerraba  lo que contuviera. Estos templos monolitos son similares a los de Philae, pero difieren en su construcción del de Gaou (Antaeposlis) que es mucho mayor. No tienen en el interior jeroglíficos, mientras que en Gaou el interior esta cubierto de inscripciones y relieves, algunas de cuales representan escarabeos. A cada lado del Adytum de Debot hay un pequeño cuarto, que comunica con la cámara estrecha anterior a la cella. Las paredes de ambos  no tienen relieves pero contienen unos huecos secretos, similares a los de Kalabshe y que, probablemente, fueron destinados a los mismos propósitos. Uno de estos cuartos tuvo un piso superior, como otro en Kalabshe, pero ahora está en ruinas. Las demás estancias del templo están bien preservadas. Las esculturas de los muros interiores están muy deterioradas, pero son todavía visibles algunos restos desmayados de color. No hay esculturas en ninguna de las paredes exteriores. Un muro, ahora en ruinas, rodeó  todo el templo, incluyendo los tres portales delanteros. He observado en el piso roto de pronaos profundas fundaciones de piedra, sobre las que el templo fue construido. No debería sorprender que fueran descubiertas estancias subterráneas aquí, al igual que en otros templos egipcios: estarían completamente en el espíritu de la jerarquía egipcia.

El templo de Debot me parece haber sido construido en una época en la que las artes en Egipto habían comenzado a declinar. Sus columnas y esculturas son imitaciones de las de Philae, pero muy inferiores en belleza a su modelo."

Burckhardt, J. L.: Travels in Nubia, London 1819, p. 126-128 (traducción Alfonso Martín Flores)

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