Naturaleza y toros con la mirada de un sueco
- Captó con toda sensibilidad la fiesta de toros, de la que pintó un buen número de escenas a pie, y sobre todo, de forma muy original, el toreo a caballo
- Hasta el 5 de junio se puede visitar la muestra, de lunes a viernes de 9:00 a 21:00 horas, y los sábados de 10:00 a 21:00 horas
La concejal del distrito de Tetuán, Paloma García Romero, junto a Pedro Delgado Sanz, patrono de la Fundación para el Desarrollo de la obra de Ake Ehrenberg, inaugura esta tarde, a las 19:00 horas, la exposición de pintura "Naturaleza y toros con la mirada de un sueco" en el Centro Cultural Eduardo Úrculo, ubicado en la plaza Donoso, 5. La obra de Ehrenberg, que estará expuesta hasta el próximo 5 de junio, muestra al visitante la tauromaquia y los paisajes a través de la mirada personal de este artista. Se puede visitar de lunes a viernes de 9.00 a 21.00 horas, y los sábados de 10.00 a 21.00 horas.
Ake Ehrenberg, nacido en 1910 en Kristianstad (Suecia) y fallecido en 1990, era hijo del también pintor August Ehrenberg, su maestro y quien le propuso una condición: no debería vivir nunca de su pintura, sino ejercer una profesión y, de este modo, sólo pintaría por verdadera vocación.
Fue militar y abandonó con 55 años su carrera centrándose en su pintura, que ya iba evolucionando hacia un estilo mucho más personal, separándose de los cánones del impresionismo clásico. En esta evolución es donde expresó sus características personales y donde mostró su propio arte. En esta época de su vida viajó mucho, desde Asia a América, recalando en África y viviendo principalmente en Suecia durante los veranos y en España, en los inviernos. En Suecia tenía su casa en el bosque de Balstrop, que pintó muchísimas veces y elaboraba bodegones en su propio estudio.
Pasión por España
De España le gustaba todo: los toros, el arte flamenco, los variados paisajes, etcétera. Vivió principalmente en El Campello (Alicante), donde inmortalizó innumerables y mágicas salidas de sol y la luz que refleja al amanecer en los diferentes días, un tema esencial del impresionismo. También residió largas temporadas en Mallorca, en Lanzarote y en la Sierra Granadina, de la que se prendó como lo demuestra la colección que dedicó al pueblo de Orgiva, desde todos los puntos cardinales. Captó con toda sensibilidad la fiesta de toros, de la que pintó un buen número de escenas a pie, y sobre todo, de forma muy original, el toreo a caballo. Las escenas de flamenco, los olivares de Orgiva, la variedad de flores de Lanzarote, sus raros paisajes, las visiones sobre el mar Mediterráneo, los olivares centenarios de Mallorca, etcétera. Casi todas las imágenes que quedaron en sus ojos, pasaron después a sus lienzos./