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Jacob es el hermano mayor de una familia de origen judío. Tiene tres hermanas más pequeñas que él a las cuales lleva todos los días al parque, pero a Jacob no le gusta ir porque sus juegos le parecen aburridos e infantiles. Su gran pasión es leer todo tipo de libros que estén relacionados con el espacio. De hecho, cuando sea mayor le gustaría ser astronauta y conocer las estrellas, tanto lo desea, que se pasa los días haciendo manualidades con botes y botellas reciclados con formas de cohetes espaciales. Sin embargo, su padre quiere que siga con la tradición familiar y cuando crezca se encargue de la tienda en la que trabaja. 

Un día como tantos otros, fue al parque con sus hermanas y allí ocurrió algo inesperado. En el banco de enfrente había una niña de su edad que estaba leyendo un libro sobre astronomía. Jacob se queda maravillado al verla y pronto descubre que esa niña llamada Aisha se ha mudado recientemente al barrio. Aunque es una extraña, la conexión entre Aisha y Jacob es inmediata y se vuelven inseparables a pesar de sus diferentes culturas.  

¿Cómo continuará la reciente amistad entre Jacob y Aisha? ¿Conseguirá Jacob su sueño de ser astronauta a pesar de la negativa de su padre?  

Jacques Goldstyn plasma a través de unas bonitas y coloridas ilustraciones con efecto acuarela, una historia que se desarrolla en un barrio multicultural de una gran ciudad como muchas hay en el mundo, como ocurre en Madrid. La pasión de nuestros protagonistas por todo lo que tiene que ver con las estrellas pronto los lleva formar una bonita amistad que va más allá de sus diferentes religiones y culturas. Además, la historia también apela a que los niños puedan decidir cuáles son sus sueños y qué quieren ser en un futuro a pesar de los diferentes obstáculos que pone la vida y en ocasiones los adultos.