Green Friday 2025: así lo celebraron los centros del Programa

mercadillo

¿Sabías que el 80% de los compras en el Black Friday terminan en vertederos? ¿Cuánto de lo que compramos, realmente lo necesitas o quieres… o sólo te lo han hecho desear? ¿Conoces el impacto ambiental y social del sobreconsumo? Estas y otras reflexiones similares se han llevado a las aulas de los centros educativos del programa, para fomentar un consumo crítico y consciente.

Bajo el lema "Consumir felicidad: cuidar, compartir y crear valor sin comprar”, más de 30 centros educativos de los tres módulos del Programa Educar hoy por un Madrid más sostenible, nos han reportado información sobre cómo han celebrado el Green Friday con alguna de nuestras actividades sugeridas en la píldora.

Queremos dar visibilidad a vuestro trabajo. Por eso, os compartimos un resumen de las actividades realizadas en el marco de nuestras propuestas, y otras.

Muchas gracias a toda la comunidad educativa por su implicación y por demostrar que la felicidad no se compra.

Leer sobre emociones que generan felicidad nos hace más felices, aumenta la empatía y reduce el estrés.

De estas ventajas se benefició el alumnado de la etapa de infantil de los colegios Manuel Sáinz de Vicuña y Gamo Diana, gracias a las lecturas que se llevaron a cabo.

También en el CEIP Cristóbal Colón, donde las lecturas junto a talleres expresivos y conversaciones guiadas, exploraron qué cosas les hacen sentir bien sin necesidad de comprar (ver más).

La propuesta del programa fue que las familias del alumnado aportaran un bien preciado personal (un juguete, objeto, fotos...) para colocarlo en un espacio como un jardín, con flores pintadas o decoradas por el propio alumnado.

Y con estos elementos, el alumnado de infantil del CEIP Manuel Sáinz de Vicuña sembró un hermoso jardín.

También en el CEIP República de Panamá, crearon un rincón con dibujos que hacen felices a los alumnos y alumnas de Infantil.

Por su parte, El CEIP Isaac Peral creó diferentes rincones de felicidad con varias actividades en el patio central: rincón abrazos, rincón risas, rincón musical, rincón bailes y juegos cooperativos y rincón compartir.

La actividad consistió en escribir en papeles qué les hacía felices, y que reflexionaran después si existen alternativas que no requieran adquirir nuevas cosas, así como reflexionar si todas ellas son necesarias para poder vivir.

Le sacaron mucho partido en el instituto Vallecas I, donde descubrieron que casi nadie había escrito sobre algo material.

También en el Taller Norte Joven Fuencarral el alumnado escribió mensajes sobre los que realmente les hace felices.

En el colegio Blanca de Castilla pudieron reflexionar sobre la idea de que la felicidad no se compra, se vive. Además, lo compartieron con el barrio al exponer esas frases mediante carteles pequeños en el exterior del colegio para que la gente cogiera la frase que más le gustara.

Mientras tanto, el alumnado de primaria del Cristóbal Colón analizó gracias a esta actividad cómo funciona la publicidad y elaboraron mensajes alternativos para promover un consumo consciente, y también trabajaron la reutilización y el valor de alargar la vida de los objetos.

Y alumnado de primaria del colegio Manuel Sáinz de Vicuña pintó árboles sobre hojas de libros en desuso y escrito mensajes sobre lo que les hace felices a cada uno.

Del mismo modo, el alumnado del colegio Gamo Diana se vistió de verde y crearon una manos con mensajes de felicidad con los que adornar un árbol conjunto.

La contrapublicidad se plantea como una herramienta para una educación crítica en consumo, en un mundo en el que cada vez es más evidente que el actual modelo de sobreconsumo es social y ambientalmente insostenible.

De este modo, el alumnado del colegio Capitán Cortés transformó anuncios de publicidad de Black Friday en Green Friday. En el instituto Francisco de Goya se generaron unos intensos debates sobre el modo de consumo del alumnado. Y el alumnado de secundaria del Monserrat diseñó unos llamativos carteles de contrapublicidad.

Con esta actividad se invitaba al alumnado a reflexionar sobre qué actividades les hace felices, cuáles tienen que ver con comprar o con algo vivido, y son realmente necesarias para vivir.

Realizando esta acción, el alumnado del instituto Enrique Tierno Galván y el Marqués de Suanzes llegó a la conclusión de que sus compras en esas fechas estaban motivadas por iniciativas como el Black Friday y no sólo no les aportaba felicidad, sino que además fueron conscientes de que dañan gravemente la frágil situación de los recursos de nuestro planeta. Además, en la asignatura de Emprendimiento elaboraron eslóganes para repensar su consumo.

Muchos son los centros que han optado por organizar mercadillos donde ha participado toda la comunidad educativa, sobre todo en las escuelas infantiles.

Con fines solidarios para ayudarse y cuidarse entre las propias familias, por ejemplo, en Los Gorriones, que durante toda esa última semana de noviembre las familias aportaron ropa y calzado, y no hizo que trajeran algo para poder llevarse alguna prenda. Y con la misma motivación organizaron mercadillos de ropa de segunda mano las escuelas infantiles Pradolongo, Sabina, El Alba y Los Sobrinos del Capitán Grant.

En El Sur recibieron durante un par de semanas donaciones de juguetes y al final de la segunda semana tuvo lugar el trueque o un donativo para el AMPA de la escuela que fue quien ayudó a gestionarlo.

Por su parte, con fines solidarios para el barrio, en la escuela José Gómez Gil las familias llevaron juguetes y libros en buen estado, y a cambio pudieron llevarse un ‘pulpito solidario’ o un ‘pelocho’ y, como años anteriores, donaron lo recogido durante la campaña a la Asociación Tienda Gratis 15 de Vallecas.

Por otra parte, el colegio República de Uruguay preparó su tradicional mercadillo navideño de productos elaborados con materiales transformados y reutilizados, cada año todo más espectacular, para que todo lo recaudado está íntegramente destinado a abaratar los costes de la excursión anual a la granja de 5 años.

Por otro lado, el trueque es una actividad que además de fomentar el consumo responsable, enseña empatía y favorece la conexión entre los miembros de la comunidad. Y funcionó muy bien en el instituto Miguel Delibes, en el colegio José María de Pereda y en el Centro Cultural Palomeras, donde tuvo lugar un intercambio de ropa y enseres que recopilaron durante varios días (foto de portada).

Algunas escuelas infantiles, como Los Compañeros y El Amanecer, anunciaron a las familias desde sus rincones ambientales por qué se celebra el Green Friday, con carteles tanto del elaborado por este programa como otros propios informativos, invitándoles a consumir tiempo de calidad con sus criaturas. Además, Los Girasoles mandó a la comunidad educativa un manual con consejos para que las compras en navidad sean más responsables.

En el instituto Jaime Vera se realizó un concurso de camisetas lema y logo, así como el visionado y análisis del documental “El armario insostenible” del programa “El Escarabajo verde”.

Por último, no faltaron los talleres con materiales reutilizados. Por ejemplo, en el colegio Winston Churchill los niños y niñas de infantil 4 años hicieron junto a sus familias un proyecto llamado “Me divierto sin comprar”, en el que crearon juguetes reutilizando materiales cotidianos (ver más).

En el colegio República de Panamá también llevaron a cabo diferentes talleres de reciclado de papel y en el Puerto Rico después de recopilar residuos de diferentes materiales crearon figuras y estructuras para su belén reciclado.

En Las Viñas celebraron el Green Friday a través de un teatro cancionero para cuya decoración reutilizaron materiales que tenían en la escuela y objetos duraderos, sin generar residuos (ver más).

Y La Rosa del Azafrán organizó un taller con familias para dar una segunda vida a la ropa, transformando camisetas en bolsas reutilizables (ver más).

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