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Guatemala es un país muy diverso y rico en recursos naturales que sin embargo, presenta elevadísimas tasas de pobreza y desigualdad que se acentúan entre la población indígena. En los últimos meses el país se ha visto inmerso en un proceso de gran agitación política, habiéndose desencadenado protestas y bloqueos en más de 100 carreteras tras la convocatoria de un paro nacional. Esta crisis ha afectado gravemente a la actividad comercial al concentrarse dentro de la ruta panamericana. En consecuencia, se ha generado un fuerte impacto sobre la economía, provocando escasez de alimentos y combustible, incremento de la inflación y disminución del poder adquisitivo. En este contexto, el proyecto desarrollado por la Fundación Promoción Social y su socio local FUDI, entre marzo de 2021 y septiembre de 2022, ha supuesto una gran ayuda. El Ayuntamiento de Madrid apoyó esta actuación a través de la convocatoria pública de subvenciones para proyectos de cooperación internacional para el desarrollo de 2020, con una subvención de 202.000 euros. El proyecto, que lleva por título “Contribuir a garantizar el derecho a la alimentación de la población rural vulnerable de la población de etnia kaqchikel, en Joya Grande, Guatemala, generando nuevas vías de ingresos y reforzando sus derechos de participación” ha contribuido a que la población rural de Joya Grande haya podido hacer frente al aumento de precio de los alimentos y a la escasez subsiguiente.

 Orientada a promover el acceso al derecho a la alimentación adecuada y sostenible, la intervención capacitó a las mujeres de esta comunidad en técnicas agropecuarias. Esto les ha permitido iniciar proyectos agrícolas (como la producción de vegetales en macro túneles y cultivo de hongos-ostra) y pecuarios (con la cría de aves para huevos) de manera sostenible. Estas iniciativas no solo garantizan la alimentación de los hogares, sino que generan excedentes para la venta, brindando acceso a alimentos nutritivos sin depender exclusivamente del mercado local desde entonces.

Un ejemplo es Elvira Ajozal, que ha mantenido en funcionamiento un proyecto agrícola con un área aproximada de 3,5 metros de ancho por 20 metros de largo, bajo una estructura de macro túnel. Esta técnica no solo optimiza el uso del agua y conserva la humedad del suelo mediante el uso de mulch plástico, sino que también le ha permitido producir durante las épocas del año más secas. Su técnica de riego localizado, aplicado al menos tres veces por semana a cada planta, y la implementación de sistemas como la cinta de riego por goteo y mangueras PVC, también han sido estrategias clave para afrontar la crisis.

El apoyo recibido por Elvira Ajozal a través del proyecto ha impulsado su capacidad productiva al proporcionarle materiales e insumos agrícolas esenciales. Desde semillas hasta herramientas como pilones y fertilizantes, estos insumos han permitido la producción de hortalizas, fortaleciendo la seguridad alimentaria de su familia y generando ingresos adicionales al vender excedentes en la comunidad.

El impacto positivo de este proyecto en esta comunidad guatemalteca, particularmente en un contexto agravado de recursos económicos limitados y aumento de precios en insumos agrícolas, pone de manifiesto su importancia en el desarrollo local. El apoyo recibido ha permitido a agricultores como Elvira iniciar sus actividades productivas y mantener una alimentación adecuada para sus familias.