Recomendaciones de uso de plaguicidas en el hogar
¿Qué entendemos por Plaga?
Plaga es un término algo general que define una situación en la que una población animal se encuentra por encima del nivel o umbral de tolerancia admisible, en términos de riesgo para la salud pública, sanidad veterinaria, daños potenciales, etc...
¿Qué es un plaguicida y para que se utilizan?
Los plaguicidas o pesticidas comprenden un variado grupo de productos químicos que el hombre utiliza para protegerse y proteger a los animales y plantas contra los efectos negativos de otros seres vivos que, por su acción y proliferación, pueden convertirse en una plaga. Son, por tanto, tóxicos utilizados para matar seres vivos, con las evidentes consecuencias que una incorrecta utilización puede producir. Su denominación oficial es la de BIOCIDAS.
El uso inadecuado de estos productos puede provocar intoxicaciones o alteraciones en el organismo tanto a personas como a otros animales (domésticos, mascotas, etc)
A este grupo de productos pertenecen:
- Insecticidas: para los insectos como la mosca, gorgojo, etc.
- Acaricidas, contra arácnidos (araña roja, garrapata)
- Rodenticidas, contra ratones, ratas, topos, etc.
- Funguicidas, contra los hongos
- Molusquicidas, contra moluscos como los caracoles
- Herbicidas, contra las malas hierbas.
¿Qué riesgos tiene la utilización de un plaguicida?
Antes de utilizar un plaguicida (por ejemplo un insecticida) hay que recordar que son venenos, y que pueden causar intoxicaciones tanto en personas como en animales domésticos expuestos a ellos. Mal utilizados, pueden penetrar en nuestro organismo a través de la piel, la respiración o por ingestión.
La mayoría de las intoxicaciones que por estos productos se producen en el hogar, se deben a un incorrecto almacenamiento de los mismos y, sobre todo, a un mal uso.
Antes de utilizar un plaguicida hay que tener en cuenta:
- Con frecuencia su uso es innecesario: Es preciso recordar que los biocidas no pueden sustituir ni son alternativa a prácticas incorrectas de limpieza y/o mantenimiento de locales o instalaciones.
- Son comercializados para el control de un determinado ser vivo, no existe el producto único de exterminio total (un "matatodo").
- La mezcla de sustancias distintas no presupone mayor eficacia en el control de la plaga, por el contrario, las consecuencias para su salud y para el medio ambiente pueden ser imprevisibles y no siempre deseadas.
- Siempre hay que seguir exactamente las recomendaciones de uso del fabricante.
- Para uso domestico solo pueden utilizarse productos con la clasificación de "Plaguicidas de Uso Domestico", otro tipo de productos solo están permitidos a profesionales y personal cualificado (artículo 2 RD: 3349/1983 B.O.E. de 30 de noviembre).
Antes de usar un plaguicida, ¿Qué debemos tener en cuenta?
Lo más recomendable es NO UTILIZAR PLAGUICIDAS DOMÉSTICOS. Muchas situaciones de plaga sólo pueden ser abordadas con seguridad y eficacia por los profesionales especializados
Habitualmente, las plagas aparecen cuando los insectos, roedores, etc., encuentran lugares donde esconderse, reproducirse y alimentarse. Disponibilidad de agua, alimento y refugio son el origen del problema y la clave de la solución eficaz.
Los locales públicos requieren asistencia de empresas especializadas y expresamente autorizadas para el control de plagas por las Comunidades Autónomas correspondientes. No es admitido por la ley el que este tipo de locales y servicios cubran esa necesidad con el empleo de biocidas de uso doméstico.
Por regla general, con pequeñas obras y medidas físicas adecuadas: controlar los restos de alimentos, limpieza adecuada de la zona, etc. podremos prevenir y en su caso erradicar la plaga con seguridad y sin riesgos.
No obstante, puede sustituirse el uso de plaguicidas químicos por métodos alternativos, como aspiradores, trampas, cepos para roedores, pegamentos, etc.
Si, a pesar de ello, no obtenemos el resultado buscado, podemos utilizar un plaguicida con las siguientes PRECAUCIONES MINIMAS:
- No adquiera productos en cuya formulación se incluyan sustancias prohibidas como DDT, parathion, aldrín, etc, son muy toxicas para el ser humano y muy persistentes en el medio ambiente. Recuerde: el producto debe estar expresamente autorizado y registrado en el Ministerio de Sanidad como biocida de uso doméstico .
- No adquiera productos de dudosa procedencia ni use productos caducados.
- Los plaguicidas tienen que estar envasados en su envase original.
- Lea las etiquetas, siga las instrucciones de uso y precauciones de manejo.
- Antes de aplicar, retire y guarde en lugar seguro todos los alimentos, tanto de personas como de animales domésticos y mascotas. Jamás exponga a contaminación de biocidas a los alimentos ni contamine superficies susceptibles de entrar en contacto posterior con éstos
- A la hora de aplicar un plaguicida protéjase adecuadamente, utilice guantes, mascarillas, etc. (ver etiqueta)
- Cuando tenga que aplicar un plaguicida en exteriores, la aplicación la realizara de espaldas al viento.
- Cumpla los periodos de seguridad (tiempo necesario antes de volver a entrar en los locales tratados) del plaguicida indicado por el fabricante y ventile bien antes de ocupar de nuevo la estancia.
- Después de la aplicación, limpie adecuadamente las superficies que vayan a estar en contacto con alimentos o productos utilizados por personas y mascotas.
- No elimine residuos (envases) de biocidas de cualquier manera; Consulte con la autoridad ambiental de su municipio o región acerca del destino más adecuado de estos residuos. Jamás reutilice recipientes que pudieran haber contenido pesticidas para otros usos.
¿Qué hacer en caso de intoxicación?
- Alejar a la persona del área de aplicación.
- Llamar por teléfono al Centro Nacional de Toxicología
- Determinar la vía de contacto con el plaguicida, con el fin de eliminar la fuente de intoxicación.
- Como norma general, no provocar el vómito, salvo que estuviera expresamente recomendado en el etiquetado del producto. Siempre que sea recomendado la provocación del vómito, provóquelo con una disolución salina ( ejemplo agua caliente con sal).
- Cuando la vía de penetración es ojos o mucosas, lave con chorro de agua abundante al menos durante quince minutos. De afectarse los ojos, siempre consulte el caso a un oftalmólogo.
- Si la vía de contacto es la piel, lave la zona afectada con agua y jabón, retirando la ropa impregnada de plaguicida lo antes posible.
- Ante cualquier riesgo para el intoxicado, traslade a la persona afectada, junto con el envase-etiqueta del producto, al centro de urgencias más cercano.