La colección
Los artistas representados en el Museo de Escultura al Aire Libre de La Castellana pertenecen cronológicamente a dos generaciones de la vanguardia española.
La primera es la denominada "vanguardia histórica", formada por todos aquellos que, durante los años veinte y treinta, abrieron nuevos caminos frente al arte establecido. Esta representación, pese a la calidad de los autores que la integran -Alberto, González y Miró-, debe entenderse como una muestra simbólica de la gran aportación española al arte del siglo veinte. Mientras Alberto representa a los artistas que desarrollaron su obra en España, Miró y Julio González pertenecen a la vanguardia española en París. Es evidente que faltan figuras capitales como Picasso, Gargallo o Ángel Ferrant. Los organizadores del Museo intentaron conseguir, al menos, la cabeza de Apollinaire de Picasso, pero la delicada salud de su viuda Jacqueline, imposibilitó que se llevara a efecto la donación.
El segundo grupo está formado por la generación de los años cincuenta, heredera del espíritu vanguardista anterior a la Guerra Civil. En este caso sí se consiguió reunir una importante colección de obras, que como decía la prensa del momento "haría palidecer de envidia a cualquier museo del mundo". Todos los artistas seleccionados eran figuras reconocidas internacionalmente y representativas de las más variadas tendencias de la abstracción española, desde el informalismo hasta el constructivismo y las corrientes geométricas, aunque quizá para ofrecer un panorama completo faltarían obras de escultores tan significativos como Jorge Oteiza.