Rafael Leoz (1921-1976)
La escultura de Rafael Leoz que se muestra en el recinto de la Castellana, Estructuración hiperpoliédrica del espacio, es la realización práctica de uno de sus sistemas de división del espacio: aquel que utiliza cuerpos geométricos que se disponen unos dentro de otros, formando series decrecientes, a la manera de las "muñecas rusas". Esta pieza, realizada en acero inoxidable, está compuesta básicamente por un cubo, que comprende a su vez un poliedro de Lord Kelvin -formado por 6 cuadrados y 8 exágonos- y dentro de éste un octaedro regular, con la repetición dos veces más de esta misma secuencia hacia el interior. El conjunto es, en palabras del propio autor, una "representación volumétrica, simbólica y compendiada", en la que se estudia una determinada división y ordenación espacial del cubo.
Arquitecto de profesión y vocación, Rafael Leoz dedicó su vida, de un forma altruísta, a investigar científicamente nuevos métodos para la construcción de viviendas sociales. Los estudios sobre la ordenación geométrica del espacio y una indudable sensibilidad artística, le encauzaron hacia el campo del diseño y la escultura abstracta.
Leoz nació en Madrid en 1921 y estudió en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura, de la que más tarde sería profesor. En 1955, comenzó a trabajar en proyectos de viviendas dentro de los Planes para la erradicación del chabolismo en el extrarradio de la capital, entre ellos el Poblado de San Fermín, interesándose por los problemas planteados en este tipo de edificaciones. En 1960 abandonó su carrera para dedicarse a investigar la industrialización del proceso constructivo. Su objetivo era organizar el espacio arquitectónico, de forma que los diversos componentes se pudieran fabricar en serie y combinar de muchos modos, para obtener una gran variedad de resultados y atender así a las diferentes necesidades de la vivienda.
Para el desarrollo de su teoría, publicada en 1968 en su libro "Redes y Ritmos espaciales", Leoz se basó en las ideas de Platón sobre la organización del espacio físico por medio de figuras geométricas. Con este planteamiento, estableció dos formas distintas de compartimentar el espacio: mediante la yuxtaposición de determinadas figuras o por la disposición de las mismas unas dentro de las otras, para lograr elementos de base o "moléculas" que se pudieran unir en diferentes composiciones.
El primer sistema fue llevado a la práctica con el "Módulo Hele", la más famosa creación del arquitecto, por la que obtuvo la Mención Especial Honorífica en la Bienal de Sao Paulo de 1961. Consistía en una molécula en forma de "ele", compuesta de cuatro cubos -tres alineados y uno en ángulo recto-, cuyas innumerables posibilidades combinatorias la hacía aplicable a cualquier campo del diseño.
En 1969 se constituyó la Fundación Rafael Leoz para la Investigación y Promoción de la Arquitectura Social, dirigida por él mismo hasta su muerte en 1976. Aunque hubo pocos ejemplos prácticos, Le Courbusier, Jean Prouve y Mies van der Rohe, entre otros, reconocieron el alcance de su labor científica, que fue premiada en numerosas ocasiones a lo largo de su vida, tanto en España como en el extranjero, hasta el extremo de estar propuesto para el Nobel de la Paz en 1968.
Paralelamente a esta faceta investigadora, Leoz desarrolló una interesante actividad artística. El diseño de maquetas, como ensayo de sus ideas, le sugirió la posibilidad de realizar esculturas en base a estos mismos principios. Resulta un proceso lógico si se tiene en cuenta que el análisis sobre el espacio y su ordenación, es objeto de estudio tanto en el campo arquitectónico como en el escultórico. La obra artística de Leoz, desarrollada dentro de la abstracción, supone pues una continuación de sus estudios espaciales. Como consecuencia de ello, sus esculturas se aproximan a planteamientos del arte concreto, por la utilización en las mismas de elementos geométricos y por su carácter de experimento científico y visual.
El artista realizó piezas de pequeño formato, por lo general en materiales transparentes, a base de poliedros -iguales o no- que se dividen y coordinan de formas muy distintas. Especialmente interesantes son los modelos que hizo de las posibilidades combinatorias del "Módulo Hele", con superposiciones de cubos en sentido ascendente y diferencias cromáticas, que acentúan los efectos constructivos y visuales que poseen estas pequeñas maquetas.