Portal web del Ayuntamiento de Madrid

Los mayores de la Ciudad de Madrid están dispuestos a fortalecer la solidaridad entre las generaciones y alentar las relaciones solidarias entre sus miembros, una de las conclusiones de la II Asamblea Mundial de Naciones Unidas sobre el Envejecimiento, celebrada en Madrid en 2002. Este ha sido el aspecto más destacado de la encuesta realizada por la Dirección General de Mayores -Área de Familia y Servicios Sociales- sobre la relación abuelos-nietos para apoyar la celebración, mañana, del Día Europeo de la Solidaridad y la Cooperación entre las Generaciones. 

Precisamente es la solidaridad la que se pretende potenciar mediante la celebración de mañana, una iniciativa de la plataforma europea de asociaciones de personas mayores de 50 años que aúna alrededor de 150 organizaciones y representa a 280.000 personas mayores de Europa.

Edad media de 82 años
La encuesta realizada por el Ayuntamiento de Madrid recoge lo que recuerdan y lo que aprendieron los mayores de sus abuelos y también aquello que creen haber enseñado a sus nietos y el motivo por el que consideran que les recordarán.

Se han realizado 418 entrevistas a mayores, usuarios del servicio de teleasistencia, con una edad media de 82 años y una clara mayoría femenina (82%). De ellos, 114 no han conocido a sus abuelos y 62 carecen de nietos, sólo en 13 personas se dan ambas circunstancias.

Las preguntas han sido abiertas "para ‘palpar', más que cuantificar, sentimientos, valores, actitudes y aptitudes en esa relación", según detallan desde la dirección general.
 
"Si revisamos los recuerdos que los mayores tienen de sus abuelos, casi un 10% dicen no recordar nada o casi nada porque se ‘rozaban poco' o porque fallecieron cuando ellos eran muy pequeños. Los que los conservan hacen referencia en su mayoría a aspectos relacionados con la bondad de los mismos y con el cariño, baste decir que esas palabras u otras similares (bueno, buena, amor) aparecen en la mitad de las opiniones vertidas", según detalla la encuesta.

Familia y convivencia
En la encuesta, también aparecen aspectos relacionados con el cuidado y la educación y es relativamente frecuente la frase "me criaron ellos".

La transmisión de valores como honradez, espíritu de lucha, generosidad, respeto, o solidaridad están muy presentes, con una frecuencia mayor que la de los aspectos "prácticos" como coser, cocinar, trabajar en el campo o las labores de la casa, aunque a alguno el abuelo "le corrigiera los deberes del colegio".

También aparecen cuestiones relacionadas con el ocio, jugar, cantar, reír o aprender refranes. "Lo que más recuerdo es cuánto nos reíamos juntos", explicaba alguno de ellos.

En contraposición, la rigidez y el mal humor igualmente marcan los recuerdos, aunque no siempre esa circunstancia parece haber ensombrecido la relación ya que, a pesar de ella, refieren haber aprendido muchas cosas. No obstante en una proporción muy pequeña, se admite abiertamente que los recuerdos son malos, sobre todo por disputas familiares.

Y es, precisamente, la palabra ‘familia' otra de las que se repite explícitamente o se encuentra oculta tras las frases recogidas. La familia y el tiempo dedicado a la convivencia.

Aunque la enfermedad y el dolor hacen aparición, no dominan el panorama, salvo en casos de gran impacto, "mi abuelo se suicidó", "recuerdo que se murió el día de Nochevieja".

Educación y familia
Si se analiza lo que creen los mayores que sus nietos recordarán de ellos, la tragedia está presente también en varios casos -"mi nieta ya falleció"-, y en algún caso excepcional hay malas relaciones claramente expresadas.

Los mayores admiten que han podido ser rígidos con sus nietos "me recordarán por mis sermones", pero las cuestiones positivas afloran mucho más: diversión, viajes, navidades en familia, juegos, música, "les he enseñado a disfrutar de su juventud"...

La educación se perpetúa y la familia es un punto común. Los mayores creen que les recordarán por haberles enseñado a "ser buena personas" y, de nuevo, a la crianza de los nietos se añade la transmisión de valores como el respeto a los demás, la nobleza o la solidaridad. Pero de nuevo es la palabra ‘cariño' la más frecuente en el discurso de los mayores cuando se refieren a su legado a sus nietos.

El análisis permite hacerse una idea de "cómo lo aprendido se ha visto reflejado en lo transmitido", señalan desde la dirección general, y añaden que "sin desdeñar las enseñanzas en materias de la vida diaria, son las relacionadas con valores esenciales en la convivencia, las menos tangibles, las que tienen mayor representación".

No todo es idílico, sin embargo. Existe un grupo de mayores que consideran que sus nietos les recordarán por algo tan material como "las propinas".

Envejecimiento activo
Las relaciones entre generaciones forman parte de la promoción del envejecimiento activo, favorecen la participación de los mayores y les permiten seguir con más facilidad los cambios en el mundo que les rodea. Por otro lado, se tiene la percepción de que existe una brecha entre generaciones basada en prejuicios de dudoso fundamento y que caen estrepitosamente cuando se hace una aproximación al tema mediante programas intergeneracionales en los que la base es la solidaridad.

El encuentro de los abuelos con sus nietos es siempre muy enriquecedor para ambas partes de la relación intergeneracional. A muchos niños les encanta estar con sus abuelos por diferentes y variadas razones. Algunos porque al lado de los abuelos no existen tantas órdenes, ni obligaciones; otros porque pueden hacen cosas distintas con ellos y realizar actividades sintiéndose más libres. Algunos nietos ven a sus abuelos como amigos, "una especie de guía, divertidos, cariñosos y mimosos".

Por lo general, los abuelos sienten mucho placer con sus nietos. Estar con ellos es una forma de renovarse personalmente, de tener más participación en la familia y sentirse más jóvenes y actualizados.

Los abuelos aprenden mucho con los niños, a la vez que enseñan. También pueden cuidar de los niños cuando los padres no lo pueden hacer y eso resulta beneficioso para los niños y para los abuelos porque se sentirán más útiles, más considerados y más valorados. Además, pueden transmitir valores familiares y mantener el vínculo entre las generaciones./