Día Internacional contra el Racismo
- El Ayuntamiento se suma a las conmemoraciones destinadas a la lucha contra el racismo y la discriminación racial
- Ante el riesgo de que el racismo y la xenofobia se incrementen en época de crisis, el Gobierno de la Ciudad desarrolla políticas para promover la convivencia
- Participa en las jornadas el alcalde de Auschwitz, un lugar que se ha convertido en símbolo del mayor exponente de la barbarie y el horror producido por el odio racial
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Concepción Dancausa, delegada de Familia y Servicios Sociales, en la Jornada "Madrid, espacio de todos" con motivo del Día Internacional contra el Racismo
"Los inmigrantes son personas que sólo buscan un futuro mejor para ellos y sus familias, y en su búsqueda hacen crecer a las sociedades envejecidas, que necesitan a los inmigrantes para afrontar el futuro con perspectivas de éxito. La integración de los inmigrantes se convierte en imperativo ético y una necesidad económica", ha declarado la delegada de Familia y Servicios Sociales, Concepción Dancausa, durante la inauguración de la jornada "Madrid, espacio de todos".
La jornada, que se ha celebrado hoy en conmemoración del Día Internacional contra el Racismo, ha contado con la presencia de Janusz Marszalek, alcalde de Auswichtz; Thomas R. Genton, consejero de Cultura, Educación y Prensa de la embajada de Estados Unidos; Esteban Ibarra, presidente de Movimiento contra la Intolerancia, y Hassan Arabí, presidente de la Asociación Solidaria para la Integración Sociolaboral del Inmigrante (ASISI), entre otras personalidades.
Vertiente ética y realidad social y económica van -subrayó Dancausa- unidas. Se ha referido la delegada a los "grandes cambios" producidos en España en los últimos 30 años y ha citado uno de los más relevantes a largo plazo: la modificación del comportamiento demográfico. "Las últimas estimaciones del Instituto Nacional de Estadística nos muestran que en el año 2050 la población habrá envejecido de tal modo que el sistema de protección social y, en especial, el de pensiones será insostenible", explicó. Una de las soluciones es la entrada sostenida de población inmigrante, que contribuya a "fortalecer el sistema productivo y hacerlo más competitivo.
El artículo 10.1 de la Constitución Española y la Declaración Universal de los Derechos Humanos son garantes del deber, primero moral y a continuación jurídico, que las sociedades abiertas tienen en relación con la inmigración. Las políticas de gestión deben girar en torno a un principio rector, el concepto de dignidad de la persona. "Nuestra preocupación -señaló Dancausa- es atender a todos los inmigrantes necesitados, con independencia de su situación administrativa. En palabras de Tzvetan Todorov, por cómo percibimos y acogemos a los otros, a los diferentes, se puede medir nuestro grado de barbarie o de civilización".
"Las mayores atrocidades sufridas por el hombre en la historia reciente han sido originadas por los regímenes totalitarios", apuntó la delegada. La Rusia estalinista y la Alemania nazi son ejemplos de sistemas políticos caracterizados por la extrema concentración del poder y por el uso del terror como arma política. De hecho, definir el racismo con una sola palabra es fácil: Auschwitz, "símbolo de la extrema intolerancia ante cualquier manifestación de la diferencia. La barbarie nazi se ensañó principalmente con los judíos, pero alcanzó también a ciudadanos polacos, gitanos, discapacitados y homosexuales".
"Hoy -continuó Dancausa- hemos superado la etapa de los totalitarismos, pero, en cambio, la intolerancia no es un fenómeno del pasado que hayamos erradicado completamente. El racismo y la xenofobia están vivos y se manifiestan dentro y fuera de nuestras fronteras"./