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Varias imágenes de las II Jornadas sobre Movilidad sostenible.

Concejales y técnicos de movilidad de diez ciudades, Oviedo, Zaragoza, Barcelona, Badalona, Valencia, Cádiz, Santiago de Compostela, Pamplona, A Coruña y Madrid se han reunido hoy en la capital, en las II Jornadas sobre Movilidad sostenible.

La iniciativa surge desde las candidaturas municipalistas, con el propósito de que se adscriban todos aquellos municipios que compartan el objetivo de cambiar de la movilidad actual, basada en un exceso de uso de vehículos privados, por una movilidad más sostenible que se atiene a los principios firmados en París para frenar el cambio climático. Mejorar la calidad del aire con la creación y puesta en marcha de protocolos contra la contaminación, apostar por el transporte público y fomentar el uso de transportes menos contaminantes, así como con la aspiración de colaborar en la creación de ordenanzas comunes, crear redes de apoyo mutuo en pro de una transformación del modelo urbano hacia un modelo más habitable son las líneas generales de los trabajos llevados a cabo durante el encuentro.

Concejales y técnicos asistentes han coincidido, además, en la necesidad de compartir experiencias de gestión concretas. Para ello se han creado varios grupos de trabajo y se ha redactado un documento, Por la movilidad sostenible, en el que se concretan los objetivos y conclusiones de la jornada.

Inés Sabanés, delegada del Área de Medio ambiente y Movilidad, ha destacado que "estas jornadas han de ser un impulso para el protagonismo de las ciudades en los cambios que se requieren en el siglo XXI. Es necesario situar nuestras ciudades a la altura de los estándares europeos". Por parte del Ayuntamiento de Madrid, también ha estado presente el  gerente de la EMT, Álvaro Fernández de Heredia.

Una ciudad diseñada a escala a humana, más justa y eficiente, donde se supere la actual desproporción entre el espacio destinado a los coches y el reservado a las personas, una ciudad inclusiva, en la que se prioricen los modos de transporte no motorizados, los más baratos, para que la movilidad urbana no dependa de la renta de cada viajero; una ciudad saludable, en la que se respeten los compromisos legales en materia de emisiones contaminantes y ruido, que generan muchos de los problemas de salud que padece la ciudadanía; una ciudad segura, con menos accidentes de tráfico; una ciudad en la que se ahorre energía, y se controle el desarrollo urbanístico. Esta es la filosofía de trabajo que une a los participantes en esta jornada, que han realizado un llamamiento a todas las administraciones para sumarse a tales objetivos. /