Divertirse en el hospital
- Los hospitales con talleres de vacaciones son el Niño Jesús, el Gregorio Marañón, La Paz, el Ramón y Cajal, el Clínico San Carlos y el Doce de Octubre
- Las actividades son de carácter lúdico y creativo, y se diseñan en función de la edad, la tipología y características de los niños y jóvenes a los que se destinan
- Los talleres están dirigidos, fundamentalmente, a los pacientes de las unidades de Oncología y de Trasplantes; y a los jóvenes ingresados en las unidades de Psiquiatría infantil-juvenil
- Los módulos están formados por dos monitores, funcionan de lunes a viernes y se imparten dos horas diarias
- En el verano de 2007 acudieron a estos talleres 2.331 pacientes
Seis hospitales públicos de Madrid cuentan desde el año 2004 con talleres de vacaciones para los niños y adolescentes de larga hospitalización. Son el Niño Jesús, el Gregorio Marañón, La Paz, el Ramón y Cajal, el Clínico San Carlos y el Doce de Octubre. Con esta iniciativa se quiere mejorar la calidad de vida de los pequeños y de sus familias, aumentar su autoestima, normalizar su percepción vital, contribuir a que se relacionen con otros niños en su misma situación y procurar un tema de conversación ajeno a los problemas médicos.
Esta experiencia comenzó en 2002 en varios hospitales y en 2004 la Dirección General de Educación y Juventud del Ayuntamiento de Madrid consideró necesario consolidar y ampliar dichas actividades a todos los Hospitales con Aulas Hospitalarias legalmente constituidas del municipio, en concreto, a los seis hospitales públicos de la ciudad. Para ello se firmó un convenio con la ONG Save The Children, especializada en este tipo de actuaciones.
Los talleres de vacaciones sustituyen durante la temporada estival a las Aulas Hospitalarias encargadas de escolarizar a los niños hospitalizados. Las actividades son de carácter lúdico y creativo, y se diseñan en función de la edad, la tipología y características de los niños y jóvenes a los que se destinan. Están dirigidas, fundamentalmente, a los pacientes de las unidades de Oncología y de Trasplantes; y a los jóvenes ingresados en las unidades de Psiquiatría infantil-juvenil.
Los módulos están formados por dos monitores, funcionan de lunes a viernes y se imparten dos horas diarias. Antes de iniciar los cursos diarios, los responsables se coordinan con la supervisión médica o psiquiátrica para ver las posibles incidencias en la salud de los alumnos. Aunque el programa se desarrolla en las aulas, también se atiende a los pacientes encamados. La organización de estos talleres la gestiona directamente cada hospital. El Ayuntamiento de Madrid sólo interviene en el caso de que no se haya creado ninguno con la finalidad de no solapar las actividades ni saturar a los alumnos.
Creatividad y diversión
Las actividades son de carácter manual y social y se busca aquellas que no requieran mucho ejercicio físico. Desde la construcción de caretas, pulseras, juguetes, imanes, fundas de gafas y marcapáginas, las premisas de estos talleres son la creatividad y la diversión. También se tiene en cuenta que los trabajos se terminen en el mismo día para que ningún paciente, por alta o recaída, se quede sin finalizarlo. Los materiales que se emplean son seguros, pero novedosos.
Las familias pueden incorporarse a los talleres y colaborar con sus hijos. Los responsables médicos han evaluado estos talleres como una experiencia muy positiva, ya que permite a los niños y sus familias compartir un espacio de interés mutuo, de entretenimiento y de respiro que les beneficia anímicamente y les ayuda a superar la presión hospitalaria. En el caso de los adolescentes se ha constatado un beneficio aún mayor. El hecho de estar ocupados se traduce en una disminución de las conductas problemáticas.
Tanto las Aulas Hospitalarias como los Talleres de Vacaciones tratan de dar cumplimiento a lo plasmado por el Parlamento Europeo en 1986 en la Carta Europea de los Derechos de los Niños Hospitalizados: "el derecho a jugar, divertirse y a continuar la escolaridad de forma adecuada a su estado de salud. El hospital debe estar pensado y equipado para atender a estas necesidades". Unos derechos que también están reconocidos por la ONU en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho de los Niños.
Balance
En el verano de 2007 acudieron a estos talleres 2.331 pacientes. En el hospital Niño Jesús participaron a diario 1.208 chavales; en el Gregorio Marañón, 658; en el Ramón y Cajal, 132; en el Clínico San Carlos, 129; en La Paz, 109, y en el Doce de Octubre, 95.
Se mantienen las previsiones para este año, aunque se ha aumentado la demanda de horarios en las unidades de Psiquiatría del Niño Jesús y en las de el Ramón y Cajal./