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Llega el turno a la ópera dentro del ciclo monográfico en torno a la figura y la obra de Albéniz que está llevando a cabo el distrito de Moncloa-Aravaca con motivo del centenario de la muerte del compositor. Si bien la celebridad de Albéniz se debe fundamentalmente a su obra pianística, durante más de diez años de su vida se entregó con intensidad a la composición de música para el escenario. En este tiempo, instalado primeramente en Londres y luego en París, escribió sus óperas más célebres, entre ellas Merlín.

Albéniz compuso Merlín entre 1898 y 1902, pero no llegó a estrenarse en vida de su autor. Estaba destinada a iniciar una trilogía dedicada a las leyendas medievales en torno al rey Arturo, que se habría de completar con Lancelot y Guenevere, aunque dejó inconclusa la segunda y la tercera no llegó siquiera a empezarla. El libreto narra la historia del mago que lo sabía todo y que sin embargo no pudo detener la rueda del destino, que se impone trágicamente a los personajes -a Arturo, a la Reina Guenevere, a la esclava Nivian, a Morgana y al propio Merlín- cuando éstos creían haber conseguido lo que anhelaban. En Merlín la influencia wagneriana se hace notar: es musicalmente la más ambiciosa de las óperas de Albéniz y la de mayor vocación internacional.

Merlín debe su incorporación al repertorio a la labor de recuperación musicológica de la obra del compositor realizada por José de Eusebio, en su papel de director de la edición crítica de ésta y otras obras del compositor. José de Eusebio obtuvo un Grammy en 2001 por su grabación de Merlín y fue responsable de la dirección del estreno de esta ópera en el Teatro Real de Madrid.

Merlín se presentará en Moncloa los días 17 y 21 de marzo en versión de concierto escenificado y contará con la dirección musical de Carlos Díez y la dirección escénica de Vanessa Rodríguez./