El Entierro de la Sardina pone fin al reinado de Don Carnal. El alcalde ha recibido en la Casa de la Villa a los integrantes de la Alegre Cofradía.
- El alcalde ha recibido a los protagonistas del cierre de las fiestas más transgresoras de la ciudad
- Madrid ha vuelto a desmentir con hechos predicciones que afirmaban que la despedida de la sardina dejaría de convocar a los madrileños o que el centro de la ciudad carecía de futuro
- “La alegría que escondéis en vuestras máscaras de luto es el mejor aval de la positiva actitud de los madrileños”, ha manifestado el alcalde
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El alcalde de la Ciudad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, durante la recepción a los integrantes de la Alegre Cofradía del Entierro de la Sardina, acto en el que ha estado acompañado por la concejala de Las Artes, Alicia Moreno.
El Entierro de la Sardina pone fin un año más al reinado de Don Carnal. Los integrantes de la Alegre Cofradía del Entierro de la Sardina han vuelto a la Casa de la Villa para despedir los festejos de Carnaval que se iniciaron el pasado viernes. El alcalde de la Ciudad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ha recibido esta mañana a los protagonistas del cierre de las fiestas más transgresoras de la ciudad, cuyo paso anuncia la llegada de los tiempos de Doña Cuaresma.
“En Madrid sabemos –ha explicado el alcalde- que el progreso no implica renunciar a los elementos que forman parte de nuestra esencia. Uno de ellos es el propio Entierro de la Sardina, así como el recorrido que sigue el cortejo, atravesando los espacios del centro de Madrid hasta llegar a las orillas de Manzanares”. “Hubo un tiempo, felizmente superado –añadió-, en el que se afirmaba que la despedida de la sardina dejaría de convocar a numerosos madrileños, o que el centro de la ciudad carecía de futuro. Sin embargo, Madrid ha vuelto a desmentir con hechos esas predicciones formuladas por quienes desconfían del afán de superación y la ilusión de sus propios ciudadanos. Vuestra presencia en esta Casa de la Villa y la alegría que escondéis en vuestras máscaras de luto son el mejor aval de esa actitud de los madrileños”.
Madrid resurgido
La muerte de la sardina, dentro del reparto de papeles imaginarios que supone el Carnaval, representa el fin de la fiesta. “Por eso tiene tantos admiradores que, resistiéndose al recién inaugurado mandato de Doña Cuaresma, la acompañáis en su último viaje, siguiendo la estela de sus escamas de plata”, explicó Ruiz-Gallardón.
En ese trayecto, dijo, “encontraréis un Madrid que se ha transformado, que ha devuelto el protagonismo a los ciudadanos y que ha derribado fronteras; atravesaréis un río que ha dejado de estar invadido por el tráfico y al que estamos preparando para que esté lleno de vida. En definitiva, comprobaréis que Madrid, como su Carnaval, ha resurgido”.
Tradición y modernidad
En esa frontera entre lo auténtico y lo ficticio aparecen acontecimientos como este Entierro de la Sardina que, en sí mismo, esconde una paradoja. En palabras del alcalde, “se trata de una tradición, y es un grito de modernidad”.
“Porque si sus orígenes son lejanos –añadió-, su singular puesta en escena y su sentido permanecen plenamente vigentes. Enterrar, en lo que antes eran los arrabales de la ciudad, aquello que no era merecedor de permanecer en Madrid continúa siendo una metáfora válida. Si antes, para las generaciones que nos precedieron, marcaba el retorno a la vida cotidiana, ahora es un acto de reafirmación de Madrid en su condición de espacio abierto y cosmopolita”.
Se trata de un aspecto que, precisamente, cada año está presente con una mayor intensidad en su Carnaval, al que se suman nuevas tradiciones y formas de festejarlo procedentes de otras culturas, que conviven con las ya existentes, incrementando su atractivo y su espectacularidad. “Así –concluyó el alcalde-, en Madrid, el Carnaval es una fiesta que, como la propia ciudad, se renueva constantemente”./