Ruiz-Gallardón descubre una placa en homenaje al compositor por su contribución a la enseñanza de la música en España

En memoria de Pedro Albéniz

28/02/2008
  • Pedro Albéniz fue el introductor en España del piano romántico y autor del método por el que han estudiado grandes músicos de la escuela española 
  • El homenaje se inscribe dentro del Plan Memoria de Madrid, que recuerda a figuras representativas de la vida de la ciudad
  • El Ayuntamiento ha colocado una placa en la casa donde Pedro Albéniz falleció en 1855, sita en la calle Arenal, 26

La Ciudad de Madrid rinde desde hoy homenaje al maestro, compositor y pianista riojano Pedro Albéniz, mediante una placa situada en la calle Arenal, 26, lugar donde falleció en 1885 tras haber desarrollado durante 25 años una fecunda labor en la capital.  El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ha descubierto esta placa que se inscribe dentro del Plan Memoria de Madrid con el que se recuerda a figuras representativas de la vida de la ciudad a través de la historia.

En el acto también ha participado el coronel de Artillería, Gonzalo de Porras y Rodríguez, descendiente del maestro Pedro Albéniz.

Pedro Albéniz fue el introductor en España del piano romántico y autor del método de piano por el que han estudiado grandes músicos de la escuela nacionalista española desde Isaac Albéniz (que no tiene ningún parentesco) a Falla o Granados. Asimismo, Pedro Albéniz fue primer maestro de piano en el Real Conservatorio de Música.

Riojano de nacimiento, Albéniz desarrolló su actividad musical y docente en San Sebastián, París y Madrid, ciudad esta última donde fue traído por la Reina María Cristina para formar parte del claustro del primitivo Conservatorio.

El alcalde de la Ciudad de Madrid destacó la labor pedagógica de Pedro Albéniz durante su etapa en el Real Conservatorio de Madrid, “que hizo posible que el siglo XIX fuera un periodo extraordinario para el piano en España”. Pasaron por sus clases maestros como Manuel Mendizábal, que formó a Isaac Albéniz, o Eduardo Compta, que instruyó a José Trago, posteriormente profesor de Manuel Falla. “Por tanto, -señaló Gallardón- Albéniz inaugura una escuela cuya proyección adquirirá un gran protagonismo dentro de la música española”.

“Con esta placa no sólo queremos recordar, ahora, su presencia en esta ciudad y su condición de ciudadano de Madrid, sino también incitar al estudio de su obra musical y al de la enorme labor pedagógica que realizó en las aulas del Real Conservatorio de Madrid, para que la memoria en Madrid no sólo sea una mirada al pasado, sino una fuente que nos enriquezca, que nos estimule y nos impulse a construir un futuro lleno de proyectos ambiciosos, como los que en su día puso en marcha Pedro Albéniz”.

Pedro Albéniz y Basanta
Nació en Logroño, (La Rioja), en 1795. Maestro de Capilla y Organista en las Iglesias de San Vicente y de Santa María en San Sebastián hasta 1830, posteriormente ocupó el puesto de primer Maestro de Piano y Composición del Real Conservatorio de Música “María Cristina”, a cuya junta facultativa perteneció. Además, fue organista único de la Real Capilla en 1834 y Maestro de Música de S.M. la Reina Isabel II y de la Infanta María Luisa Fernanda en 1841.

Pedro Albéniz fue vicepresidente primero del Liceo Artístico y Literario en 1838 y en 1841 la Academia Filarmónica de Madrid le nombró Distinguido profesor, Maestro de Música y Socio de Honor de Madrid de dicha entidad.

También fue Caballero de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III y de la Orden Española de Isabel La Católica en 1843, y Secretario Honorífico de S.M. la Reina Isabel II en 1847.

Es el autor de una enorme colección de obras de música religiosa y profana que se guardan en el Archivo Eclesiástico de San Sebastián, concretamente en el Eresbil de la localidad guipuzcoana de Rentería. También existen obras suyas archivadas en el Palacio Real, la Biblioteca Nacional, en el Conservatorio de Música “María Cristina” de Madrid y en el “Archivo de Música de Orleáns” en Canarias.

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