Fin de Fiesta con La Fura
- La fanfarria musical y11.509 notas para 2001 músicas, compuestas por Carles Santos, inundó de música la plaza de la Villa, a las 18.00 horas
- La plaza Mayor acogió, a las 19.00 horas, una gran batalla musical inspirada en La carga de los mamelucos
- En la plaza de Oriente, a las 21.00 horas, se celebró un concierto de la Banda Sinfónica Municipal en la que se interpretaron piezas goyescas
- La Fura dels Baus finalizó con un espectáculo aéreo en la plaza de Cibeles: Los fusilamientos del 3 de mayo
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Un gran puzzle de "Los fusilamientos del 3 de mayo" (fotos 1 a 6) fue reconstruido por escolares en la explanada de la catedral de la Almudena. Posteriormente, la plaza del Dos de Mayo acogió la coreografía de Sol Picó "Los amores y desamores de la maja y la bestia, con permiso de Manolita Malasaña", con narración a cargo de la actriz Blanca Portillo (fotos 7 a 10). En la Plaza de la Villa, a las 18 horas, se celebró el concierto-pasacalles "Las bandas son el pueblo de Madrid", con 300 músicos de Madrid, Toledo, Vinaroz y Alcoy (fotos 11 a 14). La Plaza Mayor acogió, a las 19 horas, un combate musical guiado por Juan Echanove (fotos de la 21 hasta el final) El fin de fiesta llegó a las 21.30 horas en Cibeles con La Fura dels Baus (fotos 15 a 20).
El gran fin de la fiesta goyesca llegó a la plaza de Cibeles de la mano de La Fura dels Baus, que ha llevado a cabo una recreación de "Los fusilamientos del 3 de mayo". La Fura tomó la calle para mostrar en 17 escenas su personal visión en un espectáculo aéreo que ha reunido a cantantes, funambulistas y actores en una propuesta que dió cuenta de las persecuciones, muertes y tragedias de aquella noche. Un espectáculo creado ex profeso para esta celebración -presidido por el alcalde de la Ciudad, Alberto Ruiz-Gallardón-, que ha llevado a La Fura y su inconfundible lenguaje escénico hasta el mismo centro de Madrid.
La frenética actividad de "6 Goyas 6" comenzó el día 1, sacando los cuadros de Goya a la calle y no ha parado de llenar la ciudad de espectáculos. El viernes, cinco acciones en diferentes plazas de Madrid llenaron la ciudad de espectáculos.
La danza llegó a la plaza del Dos de Mayo, a las 12.00 horas, con una recreación de la compañía de Sol Picó. La danza contemporánea se mezcló con las marionetas y la música popular, en una recreación de las andanzas amorosas de la Maja Desnuda, La Bestia, y Manuela Malasaña.
Música en las plazas de la Villa y de Oriente
La plaza de la Villa acogió, a las 18.00 horas, un concierto especial, para percusión y metales, coordinado por Carles Santos. Estos instrumentos simbolizaron a los habitantes del pueblo de Madrid en un homenaje en el que se interpretaron las oberturas Fanfarria musical y 11509 notas, compuestas por Santos. Participaron en este concierto la Federación Regional de Sociedades Musicales de la Comunidad de Madrid, la Corporación Musical primitiva de Alcoy y el Centro Instructivo Musical Apolo y la Sociedad Musical “La Alianza” de Vinarós.
Desde la plaza de la Villa las bandas comenzaron un pasacalles que les llevó a la plaza Mayor, en la que se incorporaron al espectáculo La batalla de los Mamelucos.
Por su parte, la Banda Sinfónica Municipal, dirigida por Enrique García Asensio, interpretó, a las 21 horas, en la plaza de Oriente el Concierto del 2 de mayo, con un programa que incluyó pasodobles, jotas y música goyesca.
“Guerra” de sinfonías en la plaza Mayor
Los duros combates del 2 de mayo de 1808, llegaron al Madrid de 2008 convertidos en una contienda musical.
La compañía francesa La Machine, evocó la incipiente revolución industrial de su país con La Symphonie Mechanique, mientras que Les Musiciens du Nile, crearon sonidos que recordaron a los espectadores las costumbres y procedencia de los mamelucos. Completaron esta sinfonía de colores los caballos de Menorca, protagonistas indispensables de las batallas de aquellos años.
La Fura dels Baus en Cibeles
El punto final lo puso La Fura dels Baus, a las 21,30 horas en Cibeles con la recreación de los fusilamientos del 3 de mayo. Allí reinterpretaron los sucesos acontecidos en la madrugada del 3 de mayo de 1808 en un montaje creado ex profeso para esta celebración. Con un narrador de excepción José María Pou, éste fue el broche de oro a la gran fiesta teatral en la calle con la que el Ayuntamiento de Madrid ha conmemorado el Bicentenario de 1808./