Homenaje a Casa Ciriaco
- Ángel Chicharro dedicó más de 40 años a los fogones de Casa Ciriaco
- Artistas, toreros, políticos, militares, sacerdotes, periodistas, e incluso el Rey, probaron las especialidades de este establecimiento centenario
- Gallina en pepitoria, callos, ternera asada, perdiz escabechada, flan o cualquiera de sus platos diarios, seguidos de una buena sobremesa, componen la carta de este emblemático restaurante madrileño
Diferentes momentos del homenaje que el Ayuntamiento de Madrid ha rendido a Ángel Chicharro, el alma de Casa Ciriaco, que ha tenido lugar esta mañana en la Casa de la Panadería de la Plaza Mayor. Distintas personalidades de la política y la cultura madrileñas has estado presentes.
La Ciudad de Madrid rinde hoy homenaje a Ángel Chicharro, el veterano restaurador que falleció el pasado 3 de diciembre tras haber dedicado más de 40 años a los fogones de Casa Ciriaco. Un homenaje más que merecido a quien sus guisos le convirtieron en embajador perfecto de la gastronomía madrileña, y al que han asistido, además de sus familiares, Miguel Ángel Villanueva, delegado de Economía; Antonio Galán, vicepresidente de la Asociación Madrileña de Empresas de Restauración; Enrique Cornejo, productor y empresario teatral, y el periodista Secundino González.
Murió a los 64 años, convertido -en palabras Villanueva- en "un anfitrión de la ciudad, con su interpretación extraordinaria del patrimonio gastronómico de los madrileños", y que nos dejó su empeño en "recordarnos lo que somos, nuestras tradiciones, nuestras formas, nuestras comidas, por moderna y cosmopolita que se haya convertido esta ciudad".
Él decía que su profesión era la de tabernero porque heredó de la tradición madrileña el buen hacer de las casas de comida, en las que el puchero importa, pero el no sentirse extraño también. En torno a las mesas de Casa Ciriaco, artistas, toreros, políticos, militares, sacerdotes, periodistas, e incluso el Rey, han degustado las especialidades de este establecimiento centenario. Platos intemporales que a todos gustan. Gallina en pepitoria, callos, ternera asada, perdiz escabechada, flan o cualquiera de sus platos diarios, seguidos de una buena sobremesa, son el mejor ejemplo de la comida madrileña.
"El trabajo bien hecho perdura, y Ángel ha sido ejemplo de ello. A veces la oportunidad no está en la innovación, sino en tener muy claro cuál es la fortaleza de un negocio, creer en ella y mantenerla. Ángel sabía que la fortaleza de su negocio era interpretar extraordinariamente el patrimonio gastronómico de Madrid". /