Joaquín Torres-García, una vida en papel
- El proyecto El sur es nuestro Norte ofrece una visión general del arte latinoamericano del siglo XX a través de dos muestras en la Fundación Carlos de Amberes y el MAC
- La muestra del Museo de Arte Contemporáneo de Madrid, Joaquín Torres-García, Una vida en papel, reúne cien dibujos que representan todas las épocas de su producción artística y refleja la importancia capital que concedió siempre a esta disciplina
Imágenes de la exposición Joaquín Torres García, una vida en papel
El Museo de Arte Contemporáneo y la Fundación Carlos de Amberes presentan El sur es nuestro Norte, un proyecto compuesto por dos exposiciones que abrirán sus puertas mañana viernes, 19 de septiembre, y en las que se ofrece una visión general del arte latinoamericano del siglo XX. El MAC presenta la exposición Joaquín Torres-García. Una vida en papel que ha organizado el MuVIM (Museo Valenciano de la Ilustración y la Modernidad), con el patrocinio de la Caja del Mediterráneo (CAM).
La muestra Joaquín Torres-García. Una vida en papel, que acoge el Espacio II del Museo de Arte Contemporáneo, reúne cien dibujos procedentes todos ellos de una misma colección particular, a excepción de Museo Escuela Madrid (1932), perteneciente a la colección del Museo de Arte Contemporáneo de Madrid, que representan todas las etapas de la producción artística de este artista uruguayo: Barcelona (1891-1920), Nueva York (1920-1921), Italia (1922-1925), Villefranche (1925-1926), París (1926-1932), Madrid (1933) y Montevideo (1934-1949).
La exposición refleja la importancia capital que Torres-García siempre dio a esta disciplina, en la creación plástica, tal y como corroboró con sus propias palabras en 1934: "Toda invención está en el dibujo; así como todo ordenamiento en la proporción".
Como ha subrayado la comisaria de la exposición, Marianne Elrick-Manley: "Joaquín Torres-García (Montevideo, Uruguay, 1874-1949) no sólo fue una de las figuras más relevantes del arte del siglo XX, sino también una leyenda. Su obra, fue la de un artista apasionado, la de un esforzado teorizador y viajero incansable."
Trayectoria
Pintor y teórico se afincó en Barcelona en 1891. Primero atravesó una etapa modernista y posteriormente fue uno de los más importantes integrantes del noucentisme patrocinado por Eugenio D´Ors. En la década de los años 10 evolucionó a una concepción artística más moderna, en la que el tema de la ciudad ocupó un lugar esencial en su obra. En 1920 marchó a París y, posteriormente a Nueva York, para regresar de nuevo a París, donde trabó amistad con Luis Fernández y Julio González. Entre 1932 y 1934 residió en Madrid, para regresar a Montevideo donde moriría años más tarde.
Como teórico impulsó la creación de varios grupos artísticos, el importantísimo Cercle et Carré, creado en París, o el Grupo de Arte Constructivo, de breve existencia, que formó en Madrid en 1933. Además publicó un gran número de artículos y libros y dictó numerosas conferencias como reflejo de su intensa actividad pedagógica. En 1939 publicó en Montevideo su autobiografía, escrita en tercera persona, Historia de mi vida, donde refleja una gran frustración por su etapa madrileña en la que no consiguió los objetivos que se había planteado.
La trayectoria artística de Torres-García, reflejada en una producción considerable y sistemática, transcurrió en un amplio panorama artístico: desde el decorativismo modernista y las vanguardias de comienzos del pasado siglo, a la unión constructivista de las culturas precolombinas con la universalidad del arte moderno. Es decir, un dilatado periplo vital y artístico en el que, en distintas ocasiones, la presencia de Torres-García fue fundamental tanto para conciliar propuestas encontradas como para llevar a cabo una labor pedagógica de profunda influencia, que se puede descubrir ya sea en el desarrollo de la abstracción en el París de entreguerras o en los orígenes y evolución del arte moderno en América Latina, aspecto este último que es el que recoge la exposición que tiene lugar en la Fundación de Amberes.
Madrid y el pintor
Torres-García sintió la ciudad de Madrid como una mezcla de lo viejo y lo nuevo pero, sobre todo, evoca con admiración el Museo del Prado donde están "las estrellas de primera magnitud: ¡Diego de Velázquez, Goya y el Greco!". La experiencia de Torres-García en Madrid no fue positiva como el mismo refiere en sus memorias, pero sí influyó muy positivamente en un amplio sector de la vanguardia artística afincada en Madrid en aquellos años de la Segunda República.
Su estancia en Madrid quedó reflejada en las exposiciones que realizó en el Museo de Arte Moderno y en el Patronato de Turismo, así como en las conferencias que impartió en la Escuela de Cerámica, el Ateneo, la Escuela de Bellas Artes, la Residencia de Señoritas o el Instituto Escuela en las que defendió un nuevo concepto del arte y de la plástica "por encima de la vulgaridad y la rutina allí reinante", según sus palabras. Por esas páginas desfilan nombres como los del escultor Alberto, su entrañable amigo Barradas, Ferrant, Solana y los modernos Palencia, Souto, Luna y Maruja Mallo. Tiene también un entrañable recuerdo para los escritores y poetas García Lorca, a quien visita en su casa y que le enseña "un soberbio Dalí de su manera cubista", Altolaguirre, Moreno Villa y Casona, además del crítico literario Guillermo de Torre y su esposa Norah Borges, hermana del escritor.
Con motivo de la exposición -que permanecerá en la sala del Espacio Dos del Museo de Arte Contemporáneo hasta el próximo 11 de enero- se ha editado un catálogo que incluye el texto de la comisaria Marianne Elrick-Manley, la biografía del artista realizada por Cecilia de Torres y una reseña de Eduardo Alaminos que analiza el dibujo Museo Escuela Madrid de 1932 de la colección del MAC. /