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Reducir las emisiones contaminantes es el objetivo de la Estrategia Local de Calidad del Aire en la Ciudad de Madrid, que cuenta con nueve líneas de actuación. Pedro Calvo, delegado de Seguridad y Movilidad, ha  detallado hoy las medidas municipales en esta materia a los asistentes del curso Modelos de Gestión de la Movilidad que se desarrolla en los cursos de verano de El Escorial. Y dentro de ese “paquete”, hay un paradigma: la Empresa Municipal de Transportes que, con el 22% de su flota utilizando combustibles limpios, muestra su compromiso constante con el cuidado del entorno y  ha sido pionera en Europa en todo lo relacionado con la innovación en esta materia.

“Desde el Ayuntamiento de Madrid hacemos una fuerte apuesta por el autobús como medio de transporte colectivo más flexible”, dijo Calvo al tiempo que anunciaba que en los próximos años se llevará a cabo un ambicioso plan para modificar rutas y crear otras nuevas, además de incrementar la flota con 250 nuevos autobuses, las plataformas reservadas para autobuses y los separadores de carril bus.

Para el delegado, “las políticas de movilidad sostenible desarrolladas por la Ciudad de Madrid giran en torno a la racionalización del uso del vehículo privado y el fomento del transporte público. El objetivo de reducir la contaminación nos incumbe a todos”.

Automóvil ecológico
El Ayuntamiento ha diseñado el programa de este curso, que se celebra en El Escorial, y que este año se centra en “El automóvil ecológico y su introducción en la ciudad”, con el fin de analizar el objetivo asumido por todas las urbes de disminuir la contaminación generada por los vehículos motorizados. Calvo señaló que cuando se hablan de emisiones se refiere a las “de gases de efecto invernadero que afectan a la ‘salud’ del planeta, otros contaminantes químicos que afectan a la ‘salud’ de las personas y al ruido que puede producir patologías severas en los ciudadanos”.

Este curso incide en la tipología de los vehículos motorizados, las alternativas energéticas, el posible papel de las administraciones, incentivando alternativas más ecológicas entre los ciudadanos e impulsando buenas prácticas entre las propias flotas y servicios. También se reflexiona sobre la actitud del conductor, sus motivaciones a la hora de la elección de un determinado modelo de automóvil y la influencia de la comunicación como condicionante de esa toma de decisión. Otro de los temas a tratar es el de la fiscalidad.

“Según las directrices europeas –expuso Calvo– los responsables municipales han adquirido un doble compromiso orientado, por un lado, a reducir las necesidades de movilidad de los ciudadanos, y por otro, a aumentar sus opciones de movilidad para posibilitar la reducción del uso y ‘dependencia’ del automóvil”.

Estrategias para reducir emisiones
Calvo incidió en las medidas que la Ciudad de Madrid está llevando a cabo para reducir las emisiones dentro de la Estrategia Local de Calidad del Aire (2006/2010).  Entre ellas se encuentra el proyecto Best (Bioetanol para un transporte sostenible) que consiste en la introducción paulatina de vehículos  ‘limpios’ en la flota municipal. Para 2008, señaló Calvo, el 30% del total de vehículos incorporarán tecnologías limpias.

Un 22% de los vehículos que integran la flota de la EMT utiliza combustibles limpios. Además de los 5 vehículos con bioetanol, dispone de otros 209 de biodiesel, 208 de gas natural comprimido y 20 Híbridos (Gasoil/electrónico). Dentro del ámbito de la utilización de energías alternativas al gasóleo convencional destaca el proyecto experimental con autobuses eléctricos dotados de Pila de Combustible que utilizan hidrógeno como vector energético primario.  Es un proyecto auspiciado por la Unión Europea (UE) dentro del V Programa Marco, en el que EMT participa activamente (Proyecto CUTE/ECTOS). Consiste en la puesta en explotación de 30 vehículos eléctricos en diez ciudades europeas.

Otra de las medidas es la firma del convenio entre el Ayuntamiento, la Comunidad, la Asociación Gremial de Auto Taxi de Madrid y la Federación Profesional del Taxi de Madrid con objeto de potenciar las energías renovables en este sector. En esta experiencia piloto circulan diez vehículos, de dos modelos diferentes, durante 12 meses con gas natural comprimido, “combustible que les suministrará el Ayuntamiento a través de sus propias instalaciones o de las entidades concesionarias. Una vez que se analicen los resultados, el Ayuntamiento proyecta ampliar la medida incluso a vehículos de uso particular”, afirmó Calvo.

Calvo recordó también  que la Estrategia de Calidad del Aire de la Ciudad de Madrid contempla la implantación de las Zonas de Bajas Emisiones (ZEB), ahora en estudio, cuyo objetivo es restringir la circulación a aquellos vehículos más contaminantes. “Esto comportará  -aseguró- una mayor utilización del transporte público así como una reducción de la intensidad de tráfico una vez que se elimina la posibilidad de realizar determinado número de desplazamientos”.

Bonificaciones fiscales
Por otro lado, la Ordenanza fiscal en vigor prevé distintas deducciones para los vehículos menos contaminantes. Entre ellas, destaca la bonificación del 75% en el impuesto de circulación para los vehículos híbridos, eléctricos y de gas con catalizador, generalizando dicha exención para todos los de emisiones nulas.

Calvo señaló que dentro del programa de Gobierno del Ayuntamiento para el nuevo cuatrienio se plantea la creación de un instituto de salud ambiental, “subrayando el carácter de problema sanitario que tiene la calidad del aire, y el cambio de paradigma que implica considerar la salud como elemento prioritario”.

El delegado de Seguridad y Movilidad manifestó la importancia de un Código de Buenas Prácticas para la Contratación, que establezca los criterios de compra de turismos con motor de combustión interna según un análisis comparativo de consumos y emisiones y apoyados en la Etiqueta energética, que recogerá los datos relativos al consumo de combustible y a las emisiones de CO2. En este sentido los vehículos adquiridos por el Ayuntamiento deben estar clasificados como tipo A, debiendo priorizarse aquellos que generen menores emisiones de CO2. Los sistemas de combustible recomendado son: eléctricos o híbridos, con motor de biocombustible, de hidrógeno y de Gas Natural (licuado o comprimido)./