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Desde el año 2011 y, a iniciativa de la Comisión Europea, se viene dedicando en España el día de hoy para sensibilizar a la población sobre la necesidad de tomar conciencia sobre la brecha salarial entre hombres y mujeres, uno de los más notorios ejemplos de desigualdad que persisten en el mercado laboral entre ambos géneros. 

En España, según datos de 2013 de Eurostat, se cifra en el 19,3% menos por hora para las mujeres. Una cifra casi tres puntos por encima de la europea, que se sitúa en el 16,4%. Esta conmemoración tiene otras fechas de celebración en otros países. Puntualizar que la brecha salarial se mide  por la diferencia existente entre los ingresos brutos medios (salarios y complementos) por hora de los hombres y mujeres ocupadas. 

Las previsiones sitúan la equiparación salarial real en un horizonte lejano, unas siete décadas. Eso, pese a que, según datos del Departamento de Estadística del Ayuntamiento madrileño, en los últimos años  se ha producido un incremento de la remuneración por hora trabajada del 31% en el caso femenino frente al 16% en el masculino.

La desigualdad llega también a las pensiones. En el caso de Madrid, la pensión media mensual de los hombres es 1,8 veces la de las mujeres, una cifra algo superior a la media nacional (1,6 veces). Son datos que tienen una traducción directa en la situación familiar. Así el número de hogares en el umbral de la pobreza es mayor  en los conformados por mujeres, un hecho motivado por la vulnerabilidad de ejercer los peores trabajos en peores condiciones económicas. Una vulnerabilidad más visible cuando el escenario económico empeora. 

Antes de la crisis económica, por ejemplo, la brecha salarial de género era más baja en España que la media de la UE. Sin embargo entre 2010 y 2013 se ha incrementado 3,1 puntos porcentuales y en ese último año España ocupaba la séptima posición entre los países de la Unión.  Es decir, la crisis económica refleja el diferente impacto de la llamada devaluación interna en las mujeres.

Un hecho, múltiples razones

Las razones de esa brecha salarial  se encuentran, entre otros  motivos, la segregación horizontal y vertical del mercado de trabajo, la falta de corresponsabilidad en las tareas domésticas y de cuidado familiar; la falta de transparencia en las retribuciones, el impacto de los estereotipos de género así como otras circunstancias individuales como puede ser la edad, la discapacidad./