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Madrid se transformará en un gran escenario la noche del 22 al 23 de este mes de septiembre, desde las 21 horas hasta las siete de la mañana. Los ciudadanos podrán entonces franquear puertas habitualmente cerradas en horario nocturno, visitar museos, empaparse de música, de arquitectura, de literatura, observar a los creativos y artistas en acción, pisar salones de edificios habitualmente destinados a otros usos y ser testigos de una intensa actividad cultural que se desarrollará sobre aceras y calzadas. Por segunda vez, el Ayuntamiento de Madrid invita a todos los ciudadanos a pasar La noche en blanco, y a juzgar por el programa –que hoy ha presentado el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón– merecerá la pena pasar la noche en vela.
El alcalde ha contado lo más destacado de una extensa programación cuyo objetivo es acercar la cultura a los ciudadanos y que incluye 173 actividades, de las cuales 148 (más del 80%) se han concebido específicamente para La noche en blanco. En este singular evento cultural, que pondrá a disposición del público 118 espacios,  van a participar 233 entidades culturales –95 de ellas, como el Instituto Cervantes o el Congreso de los Diputados, participan por primera vez– y 156 compañías o artistas individuales.
Ruiz-Gallardón ha recordado que el pasado año, en la primera edición de La noche en blanco, un millón de ciudadanos disfrutaron de la ciudad, de su arte, de sus espacios para la creación o de su arquitectura. “Ahora volvemos a invitar a todo aquel que quiera descubrir Madrid con otros ojos, desde la mirada inédita de la nocturnidad y sus sombras, a que salga a la calle, a que entre en los museos, a que pise los salones de edificios habitualmente destinados a otros usos, a que escuche música, a que observe a los creativos y a los artistas en acción”. “Porque –añadió–la mejor palabra para definir esta iniciativa, que hace de la cultura y el arte una propuesta atractiva y accesible a todos los ciudadanos, es vida”.
Dos polos de atracción
La noche en blanco –desde las 21 horas del sábado 22 de septiembre hasta las siete de la mañana del domingo– tiene dos polos de atracción: Matadero Madrid y Conde Duque. Al igual que en 2006, la programación se ha diseñado a partir de una división espacial de la ciudad en dos áreas. La primera de ellas es centro, que comprende cinco zonas como el Paseo del Prado y el Retiro, o la que conforman el barrio de los Austrias, Plaza de España y el propio Conde Duque, que acogerá la Plaza de las Noches Blancas de Europa, un espacio de reposo o chill out, y punto de conexión con las otras ciudades que comparten, en diferentes fechas, esta iniciativa: París, Roma, Riga y Bruselas.
El otro polo de atracción es el área perímetro, repartido en tres sectores: Norte-Castellana, Sur-Arganzuela y Universidad.
El alcalde subrayó que son los ciudadanos los destinatarios de una convocatoria a la que no sólo están invitados como espectadores, sino que pueden participar en la misma, hasta el punto de que son parte esencial de La noche en blanco. “Queremos que esa participación ciudadana llegue a convertirse en diálogos, los que se establecerán entre el gran público y la creación contemporánea, o entre las artes visuales y la música”.
En este sentido, el alcalde ha destacado las actividades del apartado Arte en la calle, que mostrará la obra de artistas de diferentes generaciones en el espacio público, o Pasos de cebra, que hará del asfalto un centro de nuevas expresiones artísticas. “Es decir, La noche en blanco ofrecerá nuevas perspectivas sobre un mismo paisaje urbano, lleno de singulares contenidos culturales”.
En transporte público
Por otra parte, el Gobierno de la Ciudad quiere aprovechar La noche en blanco para promocionar el transporte público u otros medios alternativos no contaminantes. Así, a partir de las 9 de la noche del 22 de septiembre se cerrarán al tráfico, total o parcialmente, ejes que concentrarán una gran actividad como Prado-Recoletos, Gran Vía, Mayor o Alcalá. Y aprovechando esa noche sin vehículos se organizarán itinerarios ciclistas que partirán de la Plaza Mayor, y habrá servicios especiales de alquiler de bicicletas para desplazarse a los diferentes centros de actividad. Simultáneamente, las 26 líneas de autobuses nocturnos -los búhos-, que trasladarán sus cabeceras a puntos cercanos a Cibeles, así como las 11 líneas de Búho-Metros reforzarán sus servicios, Por último, también habrá cuatro líneas especiales que unirán las diferentes áreas y sectores en los que se desarrollará La noche en blanco.
“En definitiva –concluyó el alcalde– el 22 de septiembre, todos los ciudadanos podremos ser como el diablo cojuelo, que levantaba tejados para enseñarnos la noche de Madrid, pero sin que nos haga falta volar”.