La guitarra de Cañizares 'inventa' un diálogo entre Scarlatti y el flamenco
- Su participación en el ciclo se completa con la grabación en disco -que se publica el mismo día del concierto- de una selección de sonatas de Scarlatti en colaboración con el Instituto Italiano de Cultura
- También en estas fechas se publica "El amor brujo", tercer volumen que el guitarrista dedica a Falla
El guitarrista Juan Manuel Cañizares, sin duda uno de los músicos españoles más aclamados y requeridos en el mundo, pondrá el broche de oro a la tercera temporada del ciclo Las Sonatas de Domenico Scarlatti del Instituto Italiano de Cultura de Madrid, que se celebrará a partir de las 19:30 horas del próximo jueves 5 de junio, en el Auditorio del Conde Duque.
Una cita ciertamente conmovedora e inusitada, ya que el músico establecerá a través de su guitarra, un diálogo íntimo entre su música flamenca y la del compositor napolitano. Y la participación de Cañizares no acaba aquí; vinculado al ciclo y de forma paralela al concierto, ese mismo día 5 de junio también publica, con la colaboración del Instituto Italiano de Cultura de Madrid, un disco con una personal selección de sonatas de Scarlatti. Seis de estas piezas recogidas en el álbum sonarán en la esperada noche del Conde Duque.
El propio Cañizares habla sobre su relación con el músico italiano que vivió y murió en España, y de la música de este con el flamenco: "No soy especialista en la música de Scarlatti, pero a través de mis conocimientos musicales flamencos he encontrado en muchas de sus frases una clara influencia del folklore español y ciertas cadencias similares a las de la música flamenca".
De eso precisamente trata el concierto del 5 de junio - "Scarlatti-Flamenco" - para el que Cañizares ha seleccionado seis sonatas que le han parecido idóneas para ligarlas al flamenco. Cada pieza del concierto se compone de tres partes: una sonata de Scarlatti, una fase de transición y una obra flamenca. La transición la ha creado el propio guitarrista desarrollando motivos melódicos de cada sonata sobre ritmos flamencos, y sirve en cada momento de puente para unir las dos músicas. Para ello Cañizares estará acompañado en el escenario por la bailaora Charo Espino y el bailaor y percusionista Ángel Muñoz.
Y es que este concierto, este proyecto, no hay que analizarlo únicamente desde un prisma artístico. Cañizares es, por naturaleza, investigador, y como tal afronta esta honda incursión en su trabajo. "El proyecto de investigación sobre la música de Scarlatti me ha llevado a profundizar aún más en su música", afirma el intérprete, especialmente sorprendido porque algunos pasajes musicales del italiano descansan sobre armonías que dan un sabor característico flamenco: "lo más curioso es que en la época en la cual vivió Scarlatti no existía el flamenco en la forma en que lo conocemos hoy día".
Juan Manuel Cañizares lleva quince años transcribiendo y grabando música clásica de grandes compositores españoles como Albéniz, Granados y Falla. Precisamente del compositor gaditano publica también en estas fechas "El Amor brujo", tercer volumen dedicado a la música de Falla tras "El sombrero de tres picos" y "La vida breve".
Ganador de los premios Nacional de Guitarra (1982), de la Música (2008) y Flamenco hoy (2013), Cañizares es el único guitarrista flamenco invitado por la Orquesta Filarmónica de Berlín; en ese concierto europeo celebrado en el Teatro Real interpretó "Concierto de Aranjuez" bajo la dirección de Simon Rattle. Ha ofrecido conciertos en los mejores escenarios de los cinco continentes; trabajó durante una década junto a Paco de Lucía y a lo largo de su carrera ha compartido escenario y grabaciones con artistas tan dispares como Enrique Morente o Camarón, Mauricio Sotelo, Leo Brower, Peter Gabriel, Al Di Meola o The Chieftains. Ha participado en más de cien discos y grabado ocho trabajos propios como solista.
El ciclo Scarlatti programado por el Instituto Italiano de Cultura de Madrid, orientado a la ejecución integral de las 555 Sonatas para teclado del compositor napolitano, culmina su tercera temporada fiel a los propósitos con los que nació: la participación de solistas de renombre y el compromiso con la creación contemporánea. No hay duda de que los cumple con creces./