Las razones de Madrid para sentirse olímpica
- El respaldo de toda la sociedad madrileña y española es uno de los principales avales de la candidatura
- El 70% de las infraestructuras olímpicas ya está construido
- La solidez del proyecto se basa también en la renovación urbana, como el soterramiento de la M-30, la ampliación de la red de Metro y la construcción de 575 kilómetros de carril-bici
- El acalde señala que los Juegos Olímpicos son la oportunidad de hacer de las ciudades "espacios más equilibrados, sostenibles y cohesionados socialmente"
Nueve de cada diez ciudadanos apoyan la aspiración de Madrid de organizar los Juegos Olímpicos de 2016. La ciudad constituye un entorno medioambiental equilibrado y ofrece una de las redes de instalaciones deportivas y de infraestructuras más modernas del mundo. Su candidatura no es virtual, sino que se apoya en un proyecto sólido y articulado que, en numerosos aspectos, ya es realidad. El alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, ha explicado todas estas razones que hacen de Madrid una de las mejores opciones posibles para celebrar el mayor acontecimiento deportivo del mundo dentro de ocho años. Lo ha hecho en Pekín, una ciudad a la que ha viajado para aprender de los Juegos Olímpicos que en ella se están celebrando y para dar a conocer las ventajas del proyecto madrileño.
El respaldo de toda la sociedad madrileña y española es uno de los principales avales de la candidatura. "Se trata -ha explicado el alcalde- de un sueño compartido, con el Rey y la familia real a la cabeza, seguido por las instituciones, los agentes sociales y económicos y el conjunto de la sociedad civil".
La claves de este apoyo unánime están en que Madrid ha concebido un modelo de Juegos Olímpicos que, además de mejorar y ampliar su anterior experiencia de Madrid 2012, apuesta por un ambicioso concepto de legado olímpico, tanto material como social. Parte del legado material son las propias infraestructuras olímpicas, de las que hasta ahora ya se han ejecutado un 70%.
Divididas en dos zonas, el corazón y el pulmón, estas instalaciones dotarán a la ciudad de una red de equipamientos deportivos que, en sí mismos, son verdaderas piezas de arquitectura que enriquecen el paisaje urbano, como es el caso del centro de deportes acuáticos; el estadio olímpico, cuyo aprovechamiento posterior está asegurado como campo de fútbol del club Atlético de Madrid, o el centro de Tenis de la Caja Mágica, que servirá para acoger las ediciones del Tenis Master Series de Madrid. Además, ya se han elegido los proyectos de otras cinco sedes de diferentes disciplinas olímpicas.
Renovación urbana
La solidez del proyecto madrileño se sostiene también en un profundo proceso de renovación urbana cuyos efectos, ha explicado Ruiz-Gallardón, "se extienden a la lucha contra el cambio climático, la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos y el incremento de la competitividad como ciudad global". Los resultados ya están ahí: el soterramiento de seis kilómetros de la M-30 está permitiendo que emerja una nueva ciudad con más zonas verdes y que reduce sus emisiones de gases de efecto invernadero. La ampliación de la red de Metro, la segunda de Europa después de la de Londres, comunica el centro financiero y gran parte de las instalaciones olímpicas con Barajas, uno de los diez aeropuertos más importantes del mundo, en trayectos inferiores a los 20 minutos. Y está prevista la constricción de 575 kilómetros de carril-bici, entre los que se incluyen los 60, ya en funcionamiento, del Anillo Verde Ciclista que conecta las principales infraestructuras olímpicas.
Además, Madrid ya es la capital, tras Nueva York, Londres y París, del cuarto mercado financiero del mundo y una de sus principales ciudades de negocios. "Este es el escenario que Madrid ofrece para celebrar los Juegos de 2016. Para nosotros es la oportunidad de demostrar que esta cita universal con el deporte puede hacer de las ciudades espacios más equilibrados, sostenibles y cohesionados socialmente".
Los Juegos de las personas
La otra aportación de Madrid 16 es su especial interés por generar un importante legado social. La ciudad quiere ser sede del mayor acontecimiento deportivo del mundo para demostrar cómo el deporte puede actuar como un motor de transformación social. "Nos hemos planteado conseguir que los Juegos de Madrid sean los Juegos de las Personas, tanto de los deportistas como de los ciudadanos", subrayó Alberto Ruiz-Gallardón.
En Madrid conviven actualmente hombres y mujeres de 190 nacionalidades. De resultar elegida, los responsables del proyecto quieren que se convierta un inmenso punto de encuentro entre los integrantes del Movimiento Olímpico y quienes constituyen uno de los principales valores de la ciudad: su gente./