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El papel de las ciudades en el siglo XXI ha sido objeto de debate, hoy, en una mesa redonda celebrada en el transcurso del IX Congreso Nacional de Medio Ambiente, en la que ha participado la teniente de alcalde y delegada de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, Ana Botella.

"Las ciudades tenemos un papel clave en el mundo -señaló Botella- a la hora de impulsar nuevas alternativas en aspectos como el medioambiente, la convivencia ciudadana y la eficiencia energética, el uso racional de los recursos, la gestión del conocimiento o el planeamiento urbanístico".

La responsable del medio ambiente madrileño puso a la Ciudad de Madrid como ejemplo de cómo afrontar este reto, una ciudad que es en la actualidad la tercera capital más prospera de la Unión Europea con un PIB superior a los 116.000 millones de euros. "Madrid es el vivo ejemplo de cómo el dinamismo de los países depende hoy de sus ciudades. Pero también es una buena muestra de cómo es posible hacer realidad el desarrollo sostenible".

Botella recordó que en un periodo de crecimiento económico como el que va de 2003 a 2006, la Ciudad de Madrid ha sido capaz de reducir el consumo de energía en un 8,3% y el de los productos petrolíferos en un 21%. "además, estamos siendo capaces de contener las emisiones de CO2  equivalentes en 4,8 toneladas por habitante, es decir, casi la mitad de la media europea."

Estos resultados han sido posibles gracias a la particular atención que el Ayuntamiento de Madrid está prestando a los aspectos medioambientales en su enfoque del modelo de ciudad.

Residuos y agua
En su intervención la delegada de Medio Ambiente, ha puesto también como ejemplo de desarrollo sostenible la transformación de  Valdemingómez, el antiguo vertedero de Madrid, convertido hoy en uno de los parques tecnológicos más prestigiosos internacionalmente. Allí se genera el 2,3% de la energía consumida en la ciudad, y con la entrada en funcionamiento de las dos plantas de biometanización más grandes de Europa, reforzará su potencial ecológico y energético. "Junto a este esfuerzo innovador también hemos destinado importantes recursos a promover hábitos más responsables y cívicos respecto a la generación de residuos", apuntó Botella.

Algo similar ocurre con la gestión del agua en la Ciudad de Madrid, con las campañas de ahorro y uso responsable del agua que el Ayuntamiento de Madrid ha puesto en marcha. A ello hay que sumar las inversiones en infraestructuras como la red de agua regenerada de más 150 kilómetros, que permitirá regar zonas verdes y baldear calles con agua reciclada, con el consiguiente ahorro de agua potable, o las llevadas a cabo para mejorar la calidad del agua del Manzanares, entre ellas, la construcción de estanques de tormentas que permiten el tratamiento del agua de lluvia antes de su vertido al río.

Las actuaciones para disuadir a los ciudadanos de la utilización del vehículo privado en la ciudad, mediante un importante oferta de transporte público de calidad poco contaminante, o la planificación urbana, donde figuran planes como "Madrid Centro", un ambicioso proyecto estratégico para revitalizar el centro la ciudad, son otros de los ejemplos mencionado por Ana Botella en los que la Ciudad de Madrid se esfuerza por hacer compatibles el desarrollo económico y social y el medio ambiente.

"En suma, Madrid es hoy es una metrópoli cosmopolita, con un urbanismo vanguardista e integrador que está esforzándose por combinar el crecimiento económico de la ciudad con su dimensión humana. Un enfoque que es precisamente en el que funda su aspiración a organizar los Juegos Olímpicos de 2016", finalizó Ana Botella./