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La gestión municipal de la vivienda protegida ha atraído la mirada de expertos austriacos, que han visitado la Ciudad de Madrid con el objetivo de conocer de cerca la política del Ayuntamiento. La Federación Austriaca para la Construcción de Viviendas Sociales (fwbv), una asociación de empresas dedicadas a la construcción de pisos tasados o sociales, ha visitado diversas promociones en Vallecas y Carabanchel, el Ecobulevar de Vallecas, y edificios rehabilitados en Centro para estudiar el modelo de gestión y exportarlo a su país.

El consejero delegado de la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo (EMVS), Pablo Olangua, les ha expuesto las principales líneas de la política del Gobierno de la ciudad. Conferencias y mesas de trabajo han servido a los expertos austriacos para conocer de primera mano la promoción de vivienda protegida de nueva construcción; la rehabilitación de edificios; las ayudas del Ayuntamiento para fomentar la rehabilitación privada del patrimonio edificado.

Olangua les ha detallado el Plan de Vivienda 2011-2015, cuyo objetivo es el de promover o gestionar 21.000 pisos. De ellas, 3.000 serán en régimen de alquiler, 6.000 en venta, 6.000 promovidas por la iniciativa privada y cooperativas; y otras 6.000 se gestionarán a través del Servicio Municipal de Alquiler. "El Ayuntamiento de Madrid crea vivienda de calidad a precios asequibles, y atiende las distintas circunstancias socioeconómicas de los madrileños mediante el diseño de programas ajustados al perfil y necesidades de los sectores sociales con mayor demanda de vivienda protegida", ha explicado Olangua.

"La calidad, innovación y sostenibilidad caracterizan las actuaciones municipales en el campo de la vivienda protegida y de la rehabilitación". En este sentido, el consejero de la EMVS ha detallado la línea de ayudas exclusivamente municipal para la rehabilitación sostenible, que introduce elementos de bioconstrucción en los barrios más consolidados.

El Plan de Vivienda 2011-2015 del Ayuntamiento contempla la rehabilitación de 32.000 viviendas, con importantes beneficios sociales y económicos, en palabras de Olangua. "Por un lado, contribuye a mejorar la habitabilidad, accesibilidad y sostenibilidad del patrimonio edificado, e incrementa la calidad de vida de los vecinos. Y por otro, las subvenciones públicas dinamizan la inversión privada y promueven la generación de empleo en un sector muy afectado por la crisis, como es el de la construcción, que ha encontrado en las actuaciones rehabilitadoras un importante foco de actividad"./