El alcalde inaugura el monumento que está en el Jardín de las Tres Culturas, en el Parque Juan Carlos I

Madrid rinde homenaje a las víctimas del holocausto judío

15/04/2007
  • Una estrella judía de acero y traviesas de madera de ferrocarril es la creación de Samuel Nahon
  • La capital es la primera ciudad de España en albergar un monumento a los damnificados  de la Shoá
  • Todos los grupos consensuaron la instalación de esta obra

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El alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, durante la inauguración del monumento al Holocausto Judío, obra del artista Samuel Nahon, colocado en el Parque Juan Carlos I de Madrid. El acero y las traviesas de madera de ferrocarril componen la figura de la estrella judía, el motivo principal del conjunto escultórico/

Acero y traviesas de madera de ferrocarril componen la figura de la estrella judía, el motivo principal del conjunto escultórico que representa el terror de los trenes de la muerte hacia los campos de concentración nazis. El alcalde lo ha inaugurado hoy. Es obra del artista Samuel Nahon, a las víctimas del holocausto judío, el primero que se erige en España.

“Al inaugurar este monumento a las víctimas de la Shoá, Madrid renueva su carácter de espacio catalizador de millones de sentimientos, de conciencias, de anhelos y emociones. Este es un día importante para la comunidad judía en Madrid, pero también para el conjunto de la ciudad y de quienes con su diaria actitud, abierta y tolerante, la conforman como un espacio de convivencia y libertad”, reconoció el alcalde.

La pieza, “homenaje al recuerdo y a la memoria”, está en el Jardín de las Tres Culturas, en el Parque Juan Carlos I, un emplazamiento expresamente escogido y que -según explicó Ruiz-Gallardón- “remite al pasado, es un jardín del presente, y lo será del futuro. Rememora unas culturas milenarias, nos encuentra, aquí y ahora, convocados por el respeto y la tolerancia, y nos dice que, desde la diferencia, es posible la convivencia y el entendimiento”.

Voluntad unánime
La Corporación en Pleno decidió en abril de 2005, con el consenso de todos los grupos municipales, refrendar un compromiso también consensuado en el año 2000: que Madrid acogiera el monumento, “en recuerdo de quienes sufrieron las consecuencias de una de las manifestaciones más atroces de intolerancia del pasado siglo. Mantendrá vivas y presentes unas páginas de la Historia de la Humanidad que nunca debieron escribirse, que nunca podrán borrarse y que, en modo alguno, podemos recluir en el cómodo desván del olvido”.
Madrileños, entre las víctimas
El pasado no se puede cambiar, sobre el presente se puede decidir y el futuro se puede proyectar de una forma mejor. “Los madrileños rinden homenaje para que no olvidemos a aquellos cuyas vidas fueron segadas por la intransigencia y el fanatismo”, ha explicado Ruiz-Gallardón, quien ha recordado que muchos madrileños murieron en el campo de concentración de Maunthausen-Gusen, “junto con otros inocentes de diversas religiones, razas y nacionalidades”.

El alcalde ha dicho que Madrid ha sufrido el “desgarro que produce la intolerancia” pero no ha conseguido cambiar las señas de identidad de una ciudad abierta que acoge e integra “a todos los que quieren hacer de Madrid su residencia para desarrollar su proyecto de vida. Ésta es una de las características esenciales de Madrid que la ha convertido en la gran capital que es hoy”.

Este monumento es una invitación a “seguir trabajando por un mundo más tolerante, en el que las ideas de los demás no nos causen miedo, sino que nos enseñen a convivir desde la diferencia; un mundo en el que todos tengamos cabida;  un mundo en el que, como señala el Talmud, seamos flexibles como un junco y no tiesos como un ciprés. Madrid no debe olvidar. Madrid no quiere olvidar. La ciudad de Madrid no va a olvidar. Muchas gracias. Shalom”./


 

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