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Diferentes momentos de la inauguración de la estación de cercanías de Sol

Noventa años después de que el metro iniciara su andadura madrileña en la Puerta del Sol, ahora le emula el tren. La nueva estación, situada bajo el kilómetro cero, que permite penetrar a los trenes de Cercanías hasta el corazón de la ciudad, ha sido inaugurada esta mañana por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero; la presidenta regional, Esperanza Aguirre, y el alcalde de la Ciudad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón. Junto a ellos, el ministro de Fomento, José Blanco.

Setenta mil viajeros se van a beneficiar a diario de la posibilidad de combinar en la nueva estación, situada en el corazón de Madrid, dos de los principales medios de transporte que ofrece la ciudad: el metro y el tren. Un hecho que ha sido posible, como ha resaltado Ruiz-Gallardón,  gracias al sentido de servicio a la ciudadanía "que las Administraciones públicas demuestran cuando son capaces no sólo de colaborar entre sí, sino también de mantener la coherencia consigo mismas desarrollando proyectos por encima de los avatares políticos". La actitud "responsable y constructiva" de las tres administraciones implicadas ha antepuesto los intereses de los ciudadanos a los cambios de gobierno para conseguir lo que el alcalde ha calificado de "espléndido resultado".

Más espacio para los ciudadanos

La nueva estación y su conexión con el metro se integra perfectamente en el modelo de movilidad que ha ido definiendo el Gobierno de Ruiz-Gallardón y que ha permitido devolver a los ciudadanos grandes espacios "que le habían sido usurpados por el tráfico rodado".  La llegada del tren de cercanías a "un centro vivo y regenerado, habitable y habitado" y la remodelación que se está operando en la plaza, permite ceder a los ciudadanos el 83% de la Puerta del Sol. 

Cuando finalicen a finales de septiembre los trabajos de remodelación, esta histórica plaza, será el corazón de un largo eje peatonal de tres kilómetros que permite pasear desde la calle de Fuencarral hasta la plaza de Oriente, pasando por la Red de San Luis, Montera, Arenal y Ópera, del que también forma parte la calle de Alcalá hasta Sevilla.

En cualquier caso la finalización de las obras dependerá de la completa liberación de todas las zonas que el Ministerio de Fomento ocupa y de los trabajos que aún tiene pendientes para reformar los accesos de metro. "Estoy seguro -subrayó el alcalde- de que el Ministerio pondrá el máximo celo y ofrezco por mi parte la necesaria colaboración institucional". En cuanto el espacio esté liberado, el Ayuntamiento acometerá las labores en superficie.

Sentido previsor

Ruiz-Gallardón resaltó el sentido previsor del Gobierno de la nación cuando en 2001 puso en marcha el proyecto, como parte de su compromiso con la capital. Tras ser aprobado en diciembre de 2002, fue en febrero de 2003 cuando se licitó. "Del mismo modo hay que elogiar la responsabilidad del Gobierno siguiente, que asumió esa iniciativa y dio el último paso adjudicando su construcción en junio de ese año, así como del actual, que casi ha terminado la obra, a falta de algunas intervenciones en superficie".

No podía ser de otro modo en una ciudad que, como Madrid, "ha hecho del transporte público un emblema, y que en sólo década y media ha protagonizado la apasionante empresa de impulsar, casi siempre desde sus propias instituciones, uno de los sistemas más avanzados del mundo en este terreno".  Ha sido una apuesta de larga trayectoria. Ruiz-Gallardón se remontó a 1995 cuando el Gobierno regional, liderado por él mismo, lo convirtió en una prioridad, como posteriormente hizo su sucesora, Esperanza Aguirre.  Lo mismo hizo el Ayuntamiento desde el año 2003 y ahora "se suma la Administración General del Estado, logrando que lo que un día fue iniciativa de una Administración, hoy lo sea ya de las tres. /